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ESTADOS UNIDOS

El día en que murieron siete astronautas a bordo del Challenger

El transbordador espacial Challenger se desintegró 73 segundos después de despegar, en 1986. Miles de espectadores vieron la transmisión en vivo de la tragedia.

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El transbordador espacial Challenger se desintegró 73 segundos después de despegar, en 1986. Miles de espectadores vieron la transmisión en vivo de la tragedia.Créditos: NASA

Este 28 de enero se cumplen 37 años de la muerte de los siete astronautas que viajaban a bordo del transbordador espacial Challenger en 1986. Fue un duro golpe para la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos, NASA (por sus siglas en inglés, National Aeronautics and Space Administration), pues la nave se desintegró tan solo 73 segundos después de haber despegado.

La tragedia de la misión STS-51-L detuvo las carreras científicas, militares y educativas de sus tripulantes. Se suponía que sería el lanzamiento que pondría al primer civil en el espacio: a la profesora de secundaria Christa McAuliffe, de New Hampshire, quien había sido seleccionada como parte del programa Teachers in Space (Maestros en el espacio). Se iba a desempeñar como especialista en carga útil en la misión.

La tripulación del Challenger, de izquierda a derecha, desde arriba: Ellison S. Onizuka, Sharon Christa McAuliffe, Greg Jarvis, Judy Resnik, Michael J. Smith, Dick Scobee y Ron McNair. Imagen: NASA.

Otro especialista en cargas útiles (elementos elegidos fuera del proceso estándar de selección de especialistas en misiones de la NASA y exentos de ciertos requisitos) era Gregory Jarvis, ingeniero eléctrico y oficial militar en la Fuerza Aérea de Estados Unidos. A bordo también iban el comandante Francis R. Scobee, el piloto Michael J. Smith, y los especialistas de misión Ronald McNair, Ellison Onizuka y Judith Resnik.

El despegue se llevó a cabo en el Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral, Florida. De acuerdo con los registros las condiciones climáticas de esa mañana eran frías e influyeron en el accidente. Directores de la NASA habían ignorado las advertencias de los ingenieros sobre los peligros de los lanzamientos en temperaturas frías y no informaron de estas inquietudes técnicas a sus superiores.

Hubo también un importante defecto de diseño en los empaques de los cohetes propulsores que ni la NASA ni los fabricantes de las piezas habían abordado. Esto causó la falla del principal cohete propulsor y un colapso estructural. El tanque de combustible externo colapsó debido a una fuga causada por los empaques defectuosos. Esto liberó hidrógeno líquido y oxígeno líquido, lo que generó una bola de fuego gigante, eso hizo que pareciera que el Challenger había explotado, pero en realidad sus partes se desintegraron rápidamente bajo grandes fuerzas aerodinámicas.

El momento en que el cohete propulsor empezó a fallar. Imagen: NASA.

Precisamente la compañía fabricante de las piezas defectuosas, Morton Thiokol, se negó a firmar una recomendación de lanzamiento para el Challenger la noche anterior por motivos de seguridad. Cabe señalar que los astronautas no habrían fallecido en el momento de la "explosión", pues la cabina del transbordador salió despedida intacta. Sin embargo, el choque de ésta contra la superficie del oceano fue tan fuerte que era imposible que hubiera sobrevivientes.

Todo esto quedó registrado por CNN, que además se encargó de transmitir el despegue en vivo. Miles de espectadores vieron la tragedia, pero especialmente estudiantes estaban mirando desde las aulas de todo Estados Unidos. Luego de un accidente parecido, el del transbordador espacial Columbia en 2003, donde también fallecieron siete miembros, la NASA comenzó a organizar un homenaje para honrar a los astronautas fallecidos.

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