11 DE SEPTIEMBRE
23 años después del 11 de septiembre: así fue el ataque terrorista que cambió al mundo | VIDEOS
El ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001, considerado el más devastador del siglo XXI, marcó un antes y un después en la historia moderna. Esa mañana, cuatro aviones fueron secuestrados, resultando en destrucción y daños.
El 11 de septiembre de 2001 quedará marcado para siempre en la historia de la humanidad como el día en que el terrorismo golpeó el corazón de Estados Unidos, cobrando la vida de casi 3,000 personas. A continuación, te presentamos una detallada cronología de los eventos que llevaron a este trágico desenlace, desde el primer impacto hasta las devastadoras consecuencias de los ataques.
Hace 23 años, el mundo observaba incrédulo cómo una serie de atentados terroristas cambiaban para siempre el panorama global. Ese fatídico martes, 19 miembros de Al Qaeda secuestraron cuatro aviones comerciales en suelo estadounidense y los utilizaron como armas contra lugares clave del poder económico, militar y político de EE.UU. Estos ataques no solo causaron muerte, sino que desató una cadena de eventos que reconfiguró la geopolítica global.
El primer golpe: la Torre Norte
El caos comenzó a las 8:46 a.m. del 11 de septiembre de 2001, cuando cinco secuestradores, a bordo del vuelo 11 de American Airlines, impactaron el avión contra los pisos 93 al 99 de la Torre Norte del World Trade Center (WTC) en Nueva York. El choque fue devastador. Los 76 pasajeros y 11 miembros de la tripulación murieron instantáneamente, junto con cientos de personas que se encontraban en los pisos afectados. Además, las escaleras de emergencia quedaron completamente inhabilitadas, atrapando a muchas personas en los niveles superiores, quienes se enfrentaban a una situación desesperada.
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El presidente Bush recibe las primeras noticias
Apenas cuatro minutos después del primer impacto, el presidente George W. Bush, que se encontraba en una escuela primaria en Florida, fue informado sobre el accidente. En ese momento, tanto él como sus asesores pensaron que se trataba de un trágico incidente aislado, sin prever la magnitud del ataque en curso.
Evacuación masiva y segundo ataque
A las 8:59 a.m., la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey ordenó la evacuación de las dos torres del WTC. Un minuto después, se extendió la orden a todo el complejo del World Trade Center, anticipando el peligro inminente.
A las 9:03 a.m., otro avión secuestrado, el vuelo 175 de United Airlines, se estrelló contra los pisos 77 a 85 de la Torre Sur del WTC. A bordo del avión viajaban 51 pasajeros y nueve miembros de la tripulación, todos los cuales fallecieron instantáneamente. Dentro de la Torre Sur, las escenas de desesperación eran inimaginables. Numerosas personas quedaron atrapadas en ascensores o en los pisos superiores al impacto. Algunas, al verse rodeadas por el fuego y el humo, tomaron la desgarradora decisión de saltar al vacío desde las alturas.
La confirmación de un ataque terrorista
El segundo impacto disipó cualquier duda sobre la naturaleza del evento. A las 9:05 a.m., el presidente Bush fue informado de que Estados Unidos estaba siendo blanco de un ataque terrorista coordinado. En ese momento, Bush realizó un breve discurso desde Florida, asegurando que se tomarían todas las medidas necesarias para enfrentar la amenaza.
El Pentágono también es atacado
A las 9:37 a.m., la situación se volvió aún más grave. El vuelo 77 de American Airlines, secuestrado por cinco terroristas, impactó contra el edificio del Pentágono, sede del Departamento de Defensa de Estados Unidos, en Arlington, Virginia. A bordo del avión murieron 53 pasajeros y seis tripulantes. Además, más de 100 civiles y militares que se encontraban en el Pentágono también perdieron la vida en este ataque.
El colapso de la Torre Sur
Menos de una hora después de ser impactada, la Torre Sur del World Trade Center colapsó. A las 9:59 a.m., la estructura se vino abajo en apenas 10 segundos, sepultando a más de 800 personas que aún permanecían en su interior. Fue un momento de horror absoluto, transmitido en vivo para el mundo entero, mientras los equipos de rescate luchaban por salvar a quienes aún podían estar con vida.
La heroica resistencia del vuelo 93
A las 10:03 a.m., el cuarto y último avión secuestrado, el vuelo 93 de United Airlines, se estrelló en un campo cercano a la ciudad de Shanksville, Pensilvania. Se cree que el objetivo de los terroristas era otro punto emblemático en Washington D.C., posiblemente la Casa Blanca o el Capitolio. Sin embargo, los pasajeros y la tripulación, conscientes de los otros ataques, decidieron actuar. En una muestra de valentía, irrumpieron en la cabina de mando en un intento desesperado por retomar el control del avión. Aunque no lograron evitar el desastre, su heroísmo impidió una tragedia aún mayor.
La caída de la Torre Norte
A las 10:37 a.m., la Torre Norte del World Trade Center, que había sido la primera en ser atacada, también colapsó. Más de 1,600 personas murieron como consecuencia de su derrumbe. En ese momento, la magnitud del ataque ya era evidente para el mundo entero.
Una ciudad en estado de emergencia
El entonces alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, ordenó la evacuación total del Bajo Manhattan a las 11:02 a.m., mientras los equipos de emergencia seguían buscando sobrevivientes en medio de los escombros. La zona afectada, que hasta ese día había sido símbolo del poder económico de la ciudad, se convirtió en la "zona cero", un lugar de desolación y devastación total.
Esfuerzos de rescate y recuperación
Los esfuerzos de rescate continuaron durante el resto del día, mientras las autoridades intentaban lidiar con la magnitud de la catástrofe. A las 5:20 p.m., el edificio 7 del World Trade Center, que había sido evacuado horas antes, también colapsó tras haber estado ardiendo durante varias horas.
Esa misma noche, a las 8:30 p.m., el presidente Bush se dirigió a la nación desde la Casa Blanca. En su discurso, prometió llevar ante la justicia a los responsables de los ataques y afirmó que Estados Unidos no haría distinción entre los terroristas y aquellos que les ofrecieran refugio o apoyo.
Las víctimas del 11 de septiembre
El ataque del 11 de septiembre dejó un saldo devastador. En el World Trade Center, 2,753 personas perdieron la vida, incluidos 343 bomberos que acudieron al rescate, 23 oficiales de policía y 37 agentes de la Autoridad Portuaria. En el Pentágono, otras 184 personas murieron cuando el avión secuestrado impactó contra el edificio. Además, los 40 pasajeros y tripulantes del vuelo 93 que se estrelló en Pensilvania perecieron en el acto.
Las víctimas del ataque tenían edades comprendidas entre los dos y los 85 años, con una predominancia de hombres, que representaban entre el 75% y el 80% de los fallecidos. A pesar de los esfuerzos incansables por recuperar e identificar los restos, hasta julio de 2019 solo el 60% de las víctimas del World Trade Center había sido identificado.
El impacto duradero de los atentados
La tragedia del 11 de septiembre no solo dejó una huella imborrable en la memoria de quienes vivieron esos momentos, sino que también desencadenó una serie de acciones a nivel global. Estados Unidos, bajo el liderazgo del presidente Bush, lanzó una "guerra contra el terrorismo" que llevó a la invasión de Afganistán en octubre de 2001, con el objetivo de desmantelar Al Qaeda y capturar a su líder, Osama bin Laden, responsable de los ataques.
En 2011, una década después de los atentados, el presidente Barack Obama anunció que fuerzas especiales estadounidenses habían dado muerte a Bin Laden en una operación en Pakistán, poniendo fin a una de las mayores persecuciones en la historia moderna.
El legado del 11-S
A 23 años de esa fatídica mañana de septiembre, el mundo sigue recordando el impacto de los ataques del 11 de septiembre de 2001. La fecha se ha convertido en un día de conmemoración, en el que no solo se rinde homenaje a las víctimas, sino que también se reflexiona sobre las lecciones aprendidas y el legado de resistencia y unidad que surgió de la tragedia.
Las cicatrices de aquel día son profundas, y las consecuencias se sienten en múltiples aspectos de la vida diaria, desde las medidas de seguridad en aeropuertos hasta las políticas internacionales. El 11 de septiembre marcó el comienzo de una nueva era, una era en la que la amenaza del terrorismo cambió la forma en que el mundo se relaciona y enfrenta a sus enemigos.
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