- 12 de abril de 2025
El hospital niega riesgos ambientales, mientras el sindicato de enfermeras sospecha de contaminación en la unidad. Ya son 11 los trabajadores con problemas de salud.

Cinco enfermeras de la unidad de maternidad del Hospital Newton-Wellesley, en Massachusetts, han sido diagnosticadas con tumores cerebrales benignos, generando una creciente preocupación dentro y fuera del centro médico. Todas son trabajadoras de la misma área, en la misma planta y turno, lo que claramente, enciende las alarmas sobre una posible fuente de contaminación ambiental.
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Por parte de la administración hospitalaria, los representantes aseguran que no hay peligro, sin embargo, el sindicato de enfermeras mantiene dudas y ha iniciado una investigación por su parte, lo que podría arrojar resultados diferentes.
El Hospital Newton-Wellesley, perteneciente al sistema Mass General Brigham y ubicado en la localidad de Newton, Massachusetts, se encuentra en el centro de una polémica sanitaria tras detectarse cinco casos de tumores cerebrales benignos entre su personal de enfermería. Lo alarmante no es solo el número, sino la coincidencia de que todas las afectadas pertenecen a la misma planta y unidad del hospital, sobre todo en el área de maternidad.
Además de los tumores cerebrales, otros seis empleados han reportado distintos problemas de salud, lo que eleva el total de casos sospechosos a once. Aunque algunos podrían atribuirse a la estadística, el patrón ha llevado a expertos y sindicatos a considerar que podría tratarse de un “clúster” de enfermedades, es decir, un grupo de casos relacionados por ubicación y tiempo.
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¿Una coincidencia estadística o un riesgo ambiental encubierto?
La preocupación principal radica en la posibilidad de que exista un agente ambiental no identificado que esté provocando estas enfermedades. Según la Sociedad Americana del Cáncer, un clúster de cáncer puede definirse como una concentración inusual de casos del mismo tipo en una zona y periodo específico. Si bien se estima que aproximadamente el 40 % de la población en Estados Unidos desarrollará algún tipo de cáncer en su vida, lo que hace que ciertos diagnósticos puedan coincidir en espacio y tiempo, lo que ha ocurrido en este hospital parece superar cualquier promedio esperado.
Dos de los cinco tumores identificados han sido clasificados como meningiomas, una de las formas más frecuentes de tumor cerebral benigno. Estos crecimientos, si bien no son cancerosos en su mayoría, pueden causar efectos graves en la salud y requieren intervención médica, y en algunos casos llega a ser quirúrgica.
El hospital niega responsabilidades
En un comunicado por parte de la administración del Newton-Wellesley se informó que ya se llevó a cabo una investigación interna que incluyó pruebas exhaustivas para detectar posibles riesgos ambientales en la unidad afectada. Según el reporte, se analizaron diversos factores, desde los equipos de rayos X cercanos, hasta el uso de mascarillas desechables, la calidad del agua potable y la cercanía de la unidad con áreas donde se realizan tratamientos de quimioterapia.
A pesar de estas medidas, la investigación no arrojó ningún resultado concluyente que vincule el entorno del hospital con los diagnósticos. Sin embargo, este resultado no ha convencido al personal afectado ni al sindicato que los representa.
La Asociación de Enfermeras de Massachusetts (MNA, por sus siglas en inglés) ha sido enfática en cuestionar la metodología empleada por el hospital. Según denuncian, la investigación interna se basó en un número reducido de entrevistas y no se realizaron pruebas ambientales lo suficientemente amplias o específicas como para descartar una fuente de contaminación.

Una investigación paralela: la ciencia como aliada del sindicato
Ante la falta de confianza en los resultados oficiales, la MNA ha decidido tomar cartas en el asunto y realizar su propia investigación científica independiente. Para ello, han convocado a especialistas externos y están recolectando información de trabajadores actuales y pasados de la unidad afectada. Aunque los resultados podrían tardar varias semanas, la expectativa es que esta nueva revisión ofrezca mayor claridad sobre lo que realmente está ocurriendo.
Algunas de las enfermeras afectadas han comenzado a compartir sus historias en redes sociales, aunque lo hacen desde el anonimato por miedo a represalias laborales. Una de ellas, de aproximadamente 42 años, relató cómo comenzó a experimentar fuertes dolores de cabeza, episodios de confusión y pérdida de memoria antes de recibir el diagnóstico de un meningioma. “Llevaba más de una década trabajando en esa unidad. Nunca me imaginé que mi lugar de trabajo pudiera estar enfermándome”, declaró.
Otro caso involucra a una enfermera recientemente retirada que desarrolló un tumor similar poco después de jubilarse. Su familia ha expresado su frustración por la falta de respuestas claras por parte del hospital y exige mayor transparencia en las investigaciones.
Algunos miembros del personal han solicitado ser reubicados temporalmente en otras unidades mientras se aclara la situación, y no faltan quienes consideran abandonar sus puestos por temor a que su salud también pueda verse afectada. Por su parte, algunas pacientes que habían planeado dar a luz en la unidad de maternidad del Newton-Wellesley han solicitado cambios de hospital, al considerar que el centro no está actuando con la diligencia necesaria.
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Este no es el primer caso en que se reportan clústeres de enfermedades dentro de instituciones médicas. En años recientes, otros hospitales del país han enfrentado situaciones similares, aunque con causas variadas. En algunos casos, se ha descubierto la presencia de materiales de construcción contaminantes como el asbesto o fallas en los sistemas de ventilación.
En 2010, por ejemplo, un hospital en Seattle enfrentó una situación similar cuando varias enfermeras fueron diagnosticadas con distintos tipos de cáncer. Tras una larga investigación, se descubrió que una antigua sala de máquinas subterránea estaba emitiendo gases tóxicos por una fisura en el sistema de tuberías.
A pesar de las investigaciones en curso, la causa de estos cinco tumores cerebrales continúa sin ser esclarecida. ¿Fue una coincidencia estadística o existe un riesgo oculto al que aún no se ha prestado suficiente atención? Mientras el hospital sostiene que no hay peligros para la salud, el sindicato insiste en seguir buscando respuestas.
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