- 20 de noviembre de 2025
Asegura que policías lo golpearon con un extintor, le robaron sus pertenencias y lo ingresaron al Reclusorio Norte sin pruebas.

Gabriel Pérez Rábago, trabajador de la Secretaría de Finanzas de la Ciudad de México, relató el violento episodio que vivió tras la Marcha de la Generación Z, realizada el sábado 15 de noviembre. “Sigo escupiendo sangre… me golpearon demasiado”, afirma mientras describe agresiones que, asegura, provinieron de elementos de la policía capitalina.
Sigue nuestro canal en WhatsApp Channels
El testimonio de Pérez Rábago es uno de los más graves, luego de que la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) reconociera públicamente que hubo un uso excesivo de la fuerza durante el operativo implementado en el Centro Histórico. Su caso, sin embargo, no solo expone violencia policial, sino también presuntos robos y fabricación de delitos.
Te puede interesar: "Me engañaron y me golpearon": así habló Daniela Toussaint al salir libre tras ser detenida en la marcha de la Generación Z
Detenido lejos del Zócalo y sin relación con disturbios
De acuerdo con su defensa legal, Gabriel no participaba en los enfrentamientos registrados en el Zócalo. Su detención se dio a varios metros de distancia, frente a la Plaza de la Tecnología, donde acababa de realizar algunas compras. La zona se encontraba en caos debido a la movilización y a la persecución de manifestantes, lo que provocó que numerosas personas corrieran para alejarse del operativo.
En ese momento, relatan sus abogados, los agentes comenzaron a realizar detenciones “al azar”, sin verificar la participación de los ciudadanos en los disturbios. Es ahí cuando Gabriel fue rodeado por policías que, según su relato, lo sometieron sin explicación alguna.
Te puede interesar: Edson Andrade, impulsor de la Marcha de la Generación Z, deja México tras filtración de contrato millonario con el PAN
Golpes, pérdida de memoria y robo de pertenencias
El funcionario asegura que recibió múltiples agresiones desde el primer momento: “Me pegaron en la cabeza con un extintor tres veces y me dieron puñetazos que ni siquiera pude contar”. Las heridas le dejaron lagunas de memoria, daños en los ojos y secuelas físicas evidentes.
Además de la golpiza, su abogado sostiene que Gabriel fue víctima de robo por parte de los propios agentes: perdió su teléfono celular y los artículos que había comprado minutos antes. Todo esto ocurrió antes de ser trasladado a instalaciones de seguridad.
Tras su detención, Pérez Rábago fue llevado al Reclusorio Norte, donde denunció haber sido obligado a firmar documentos que lo incriminaban. Entre las acusaciones en su contra aparecían tentativa de homicidio y robo, delitos que él niega completamente.
“El miedo que viví ahí adentro no se lo deseo a nadie. Desde que entré, perdí todos mis derechos”, relató.
Afirma que dentro del penal también fue golpeado y que permaneció varias horas sin atención médica, a pesar de que seguía sangrando y presentaba desorientación.
Aunque el titular de la SSC, Pablo Vázquez Camacho, ya admitió públicamente fallas en el operativo y uso excesivo de fuerza, Gabriel considera insuficientes las declaraciones. Exige que se identifique y sancione a los policías responsables tanto de la agresión como del robo y de las acusaciones construidas en su contra.
Más videos en nuestro canal de YouTube
¡Te invitamos a nuestro Newsletter completamente gratis!
Notas Relacionadas
2
3




