- 28 de noviembre de 2025
La Cruz Roja y Bomberos atendieron al conductor, quien resultó ileso pese al impacto

Lo que parecía ser una volcadura más en la carretera al Esterito terminó convirtiéndose en uno de los reportes más inusuales de la semana en Matamoros.
La tarde-noche del jueves, una camioneta Chevrolet Silverado modelo 2004, color rojo, quedó con las llantas hacia arriba a pocos metros de incorporarse a la carretera Torreón–Matamoros, del lado del ejido San Miguel. Dentro del vehículo viajaban dos adultos... y dos esqueletos de tamaño real.

El conductor estaba ebrio y acostumbraba a viajar con los esqueletos
Cuando los primeros equipos de emergencia —Cruz Roja, Protección Civil, Bomberos y agentes de la DSPM de Torreón— llegaron al lugar, encontraron al conductor totalmente alcoholizado. Fue identificado como Jesús Mario Alberto Hernández Rodríguez, de 45 años, acompañado por una mujer, Mauricia Núñez Chávez, también de 45.
Ambos resultaron con molestias por el impacto, pero sin lesiones graves. Según testigos, más allá del estado etílico del conductor hubo un detalle que dejó a todos desconcertados: los esqueletos.
Un testigo relató a El Sol de La Laguna una escena que, según dijo, es habitual: "Generalmente anda en la camioneta con los dos esqueletos, los sube junto con una bocina y siempre los pone atrás en la caja como si anduvieran ´pisteando´, con la bocina afuera y hasta les pone botes de cheve a los esqueletos".
El mismo testigo agregó: "Afortunadamente él y la mujer está bien, solo quedaron todos aterrados, no se los llevó la Cruz Roja, no fue necesario".
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La emergencia: camioneta volcada, daños severos y una escena inesperada
El reporte ingresó al 911 alertando sobre una Silverado volcada en plena carretera. La Máquina 8 de Bomberos confirmó que el vehículo presentaba daños considerables y que los dos ocupantes estaban conscientes, aunque el conductor tenía un "fuerte olor etílico", según informaron las autoridades.
Paramédicos de la unidad 074 de Cruz Roja brindaron atención prehospitalaria a la pareja, quienes no requirieron traslado médico.
Las autoridades municipales abrieron una investigación para determinar responsabilidades, principalmente por la conducción en estado de ebriedad, pero también para esclarecer por qué el hombre trasladaba dos réplicas de esqueletos en la caja del vehículo.
Un caso que desató curiosidad y muchas preguntas en la comunidad
Entre los elementos de seguridad, paramédicos y curiosos que se acercaron a la escena, la presencia de los esqueletos se convirtió en el tema de conversación. Aunque eran réplicas, su presencia junto a las latas de cerveza y la bocina generó desconcierto e incluso incredulidad entre los presentes.
El caso ha circulado rápidamente en redes sociales y grupos locales, no solo por la imprudencia al volante, sino por la extravagante costumbre del conductor.
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