- 15 de noviembre de 2025
Abismo Negro, ícono de la lucha libre mexicana, perdió la vida en circunstancias trágicas mientras viajaba a Guadalajara.

La lucha libre mexicana ha tenido grandes estrellas, pero no todas tuvieron un final feliz. Andrés Palomeque González, mejor conocido como Abismo Negro, fue una figura emblemática de la Triple A en los años 90 y principios del siglo XXI. Admirado por su carisma y estilo "rudo", su vida fuera del ring estuvo marcada por problemas de salud mental y adicciones.
La última función y el inicio de la tragedia
El 22 de marzo de 2009, Abismo Negro viajaba en un autobús rumbo a Guadalajara después de una función en Mazatlán. Durante el trayecto, sufrió una crisis de ansiedad que lo llevó a exigir al conductor que le permitiera descender del vehículo.
Según reportes de sus compañeros, Palomeque estaba alterado y gritaba que "el diablo estaba arriba del camión". A pesar de los intentos de los demás luchadores por calmarlo, se bajó en plena oscuridad y se internó en la maleza que bordeaba la carretera.
El incidente ocurrió en el kilómetro 190 de la carretera Mazatlán-Tepic. Minutos antes, Abismo Negro envió un mensaje de texto a su esposa indicando que estaba perdido en un cerro. Los compañeros trataron de seguirlo, pero no pudieron evitar que cayera en un desnivel cerca del puente de la carretera México 15, a la altura de la empresa Citrofut.
Al día siguiente, su cuerpo fue encontrado flotando en el agua, atrapado en el lodo. La noticia conmocionó a la comunidad de la lucha libre mexicana y las autoridades locales iniciaron la búsqueda de inmediato.
El chofer del autobús notificó al Ministerio Público de Escuinapa, lo que permitió localizar el lugar del accidente. El agente Quetzalcóatl Piña Ibarra identificó el cuerpo, mientras que el médico legista Jesús Enrique Castro López indicó que la crisis pudo haber sido provocada por el consumo de anabólicos y otras sustancias.

Salud mental y adicciones
Abismo Negro no solo enfrentaba rivales en el ring, también luchaba contra problemas de salud mental. Según el narrador de lucha libre Arturo "El Rudo" Rivera, Palomeque sufría esquizofrenia y había sido internado varias veces para recibir tratamiento.
"Él tenía un carácter muy fuerte, sufría de esquizofrenia, decía que veía al Diablo... lo metieron a tratamiento, lo internaron seis veces y un día me dijo ´se acabaron todos los vicios´, traía la biblia y todo", relató Rivera. Las adicciones a sustancias prohibidas pudieron agravar su estado y desencadenar la crisis que terminó con su vida.

Una leyenda dentro y fuera del ring
Palomeque se convirtió en un referente de la Triple A. Conocido como líder de los Vipers y apodado "Rey del Martinete", su estilo y personalidad lo llevaron incluso a participar en series y comedias de televisión, mostrando su versatilidad y carisma más allá del cuadrilátero.
Su historia y trágica muerte recuerdan que detrás de la máscara, muchos luchadores enfrentan desafíos personales graves que suelen permanecer ocultos al público. La presión, el estrés y los problemas de salud mental son una realidad en la carrera de un gladiador profesional.
Tras su fallecimiento, compañeros y fanáticos expresaron su dolor y recordaron la importancia de Abismo Negro dentro de la Triple A. La cobertura de medios y los relatos de colegas como Arturo Rivera mantuvieron viva la memoria de su trayectoria.
Hoy, Abismo Negro sigue siendo recordado como un luchador talentoso, carismático y complejo, cuya vida y muerte dejaron una huella imborrable en la historia del Pancracio mexicano.
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