- 03 de agosto de 2025
Aunque sus líderes fueron capturados en 2022, Los Piña siguen operando con violencia en el norte de Veracruz, donde extorsionan a transportistas y usan taxis como red criminal.

En una región marcada por el abandono y la violencia, una célula criminal poco conocida logró consolidar un emporio delictivo mientras operaba bajo la sombra del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Se hacían llamar "Los Piña" y por años dominaron el sur de Veracruz a base de secuestros, asesinatos, extorsiones y control del transporte público.
Su líder, Norberto "N", alias "Beto Piña", fue detenido el 19 de junio de 2022 en un operativo encabezado por la Secretaría de Seguridad Pública estatal. Su captura destapó las entrañas de una organización violenta, bien estructurada y con recursos suficientes para levantar un rancho con animales exóticos y múltiples espacios dedicados a la logística criminal.
El rancho Monte Rico: armas, drogas y animales salvajes
El centro de operaciones de "Los Piña" estaba ubicado en el rancho Monte Rico, un predio a unos cinco kilómetros de Tesechoacan, al sur del estado de Veracruz. Durante el cateo realizado por autoridades municipales y estatales, se descubrió que la propiedad no solo funcionaba como refugio para sicarios, sino también como una base equipada con bodegas, talleres, gimnasios, viviendas y un zoológico privado.
Allí se hallaron dos leones, un cocodrilo, cerdos de Vietnam, además de armas largas, drogas, motocicletas y camionetas. El rancho estaba blindado por un grupo de sicarios armados, encargados de proteger lo que, según las autoridades, era una verdadera fortaleza criminal.

Extorsión, robo de combustible y control del transporte
La captura de "Beto Piña" no significó el fin del grupo. Meses después, en agosto de 2022, fue detenida Ana Lilia "N", alias "La Contadora" o "La Jefa", presunta líder operativa de la célula. Junto a ella cayó Fernando Alfonso "N", alias "Pacheco", considerado su principal brazo armado.
Ambos fueron capturados en la zona limítrofe entre Veracruz y Oaxaca, una región estratégica para la extracción y comercialización ilegal de hidrocarburos, así como para la distribución de drogas y la extorsión a transportistas.
Pese a los golpes policiales, el grupo criminal ha logrado mantener presencia, particularmente en el norte del estado, donde la extorsión a taxistas se ha convertido en una de sus principales fuentes de ingreso.

Taxistas entre dos fuegos: CJNG vs Cártel del Golfo
Según el periodista especializado en crimen organizado, Óscar Balderas, "Los Piña" implementaron un modelo de control similar al del Cártel del Golfo en 2008: uso de taxistas como informantes, distribuidores y víctimas de cobro de piso. "En el norte de Veracruz, los trabajadores del volante están atrapados entre el Cártel del Golfo y el CJNG. Pagan a ambos o no pueden operar", explicó Balderas en entrevista con MVS Noticias.
La violencia derivada de esta doble extorsión quedó al descubierto en julio pasado, cuando circuló un video de una profesora del municipio de Álamo Temapache, Irma Hernández Cruz, siendo amenazada por encapuchados. Días después, su cuerpo fue hallado sin vida. Poco después, un taxista fue asesinado a balazos en la carretera Tuxpan-Cazones.
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Una célula desarticulada, pero no muerta
Aunque autoridades estatales consideran a "Los Piña" como una facción extinta tras la detención de sus principales líderes, el clima de violencia, las extorsiones y los asesinatos en el norte de Veracruz indican que su estructura criminal sigue viva o ha mutado.
La historia de este grupo criminal revela cómo, aún sin los reflectores de otros grandes cárteles, una célula puede convertirse en un actor de peso en el panorama delictivo mexicano, operando con violencia, impunidad... y hasta leones en su patio trasero.
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