- 17 de abril de 2025
Una mujer identificada como Marina murió de forma instantánea tras ser atropellada por su hija dentro del patio de su casa en Coatzacoalcos.

La mañana del miércoles 16 de abril terminó en tragedia para una familia del sur de Veracruz. Marina, una mujer de aproximadamente 50 años, murió de manera instantánea tras ser atropellada por su propia hija mientras esta realizaba maniobras con un auto en el patio de su domicilio, ubicado en la colonia Adolfo López Mateos del municipio de Coatzacoalcos.
La escena, descrita por testigos como un accidente doméstico impensable, ocurrió alrededor de las 10:30 de la mañana. La joven, cuya identidad no ha sido revelada, se encontraba moviendo su coche rojo con la intención de liberar el paso dentro de la propiedad familiar. No se percató de que su madre se encontraba justo detrás del vehículo. El impacto fue directo y contundente.

"No la vio": así ocurrió el accidente
De acuerdo con los primeros informes, la llanta del automóvil habría golpeado con fuerza la cabeza de Marina, provocándole una lesión mortal en el cráneo. El golpe fue tan fuerte que los paramédicos de la Cruz Roja, al llegar al sitio, sólo pudieron confirmar que la víctima ya no presentaba signos vitales.
Elementos de la Policía estatal acordonaron la zona, mientras peritos de la Fiscalía General del Estado realizaron las diligencias necesarias para el levantamiento del cuerpo. La escena fue resguardada mientras la comunidad vecina observaba, incrédula, lo que acababa de suceder.
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Inician investigación por homicidio imprudencial
La Fiscalía abrió una carpeta de investigación bajo la figura de homicidio imprudencial. Aunque todo apunta a un accidente, será el Ministerio Público quien determine si existen responsabilidades legales por parte de la joven conductora.
La tragedia ha provocado conmoción entre los habitantes de la colonia Adolfo López Mateos, donde vecinos y familiares aún no logran asimilar lo ocurrido. "No daba crédito", dijo uno de los presentes. Un momento cotidiano se convirtió, en cuestión de segundos, en una pérdida irreparable.
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