¿OTRA "VERDAD HISTÓRICA"?
Portazo al campo de exterminio en Teuchitlán, ¿montaje o circo?
Familiares de desaparecidos irrumpen en Teuchitlán ante la falta de transparencia en la investigación
La indignación y la desesperación llevaron a decenas de familiares de desaparecidos a irrumpir en el rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco. Este lugar, señalado como un presunto campo de exterminio ligado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), se ha convertido en el centro de una polémica donde las autoridades han sido acusadas de encubrimiento y montaje. Colectivos de madres buscadoras denuncian que el sitio fue alterado, limpiando posibles evidencias que podrían haber esclarecido el destino de sus seres queridos.
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La creciente frustración de los colectivos de búsqueda se hizo evidente cuando decenas de personas ingresaron a la fuerza al rancho Izaguirre. La acción, impulsada por la desesperación ante la lentitud y opacidad de las autoridades, buscaba acceder a evidencias clave en el caso de las desapariciones forzadas en la región.
El Comité Estatal de Protección y Defensa de los Derechos Humanos (CEPAD) denunció la falta de preparación de las autoridades para gestionar la visita de las familias y colectivos de búsqueda. Las familias fueron restringidas a un acceso de solo 15 minutos, sin la posibilidad de inspeccionar las áreas donde se hallaron más de 400 prendas y calzado, presuntamente pertenecientes a víctimas de desapariciones forzadas.
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"No nos dejan entrar ahí, está tapado. Esto no sirve de nada, es una burla para nosotras como madres", reclamó Patricia Sotero, integrante del colectivo Huellas de Amor.
Las madres buscadoras expresaron su indignación, describiendo la visita como un "museo del dolor" en lugar de una auténtica búsqueda de justicia. Se les prohibió tocar cualquier objeto y caminar fuera de una ruta preestablecida, lo que incrementó la desconfianza hacia las autoridades.
"Un tour del terror"
La Fiscalía General de la República (FGR) criticó la investigación realizada por la Fiscalía de Jalisco, calificándola de insuficiente y poco rigurosa. Según la FGR, el rancho Izaguirre debió ser analizado con mayor profundidad, lo que refuerza las sospechas de que las evidencias fueron manipuladas o eliminadas antes de la inspección oficial.
El fiscal general Alejandro Gertz Manero declaró que las prendas encontradas en el rancho no necesariamente corresponderían a víctimas de homicidio, sino que podrían haber sido utilizadas como ropa de cambio antes de vestir indumentaria táctica. Esta afirmación abrió un nuevo debate sobre el verdadero propósito del rancho dentro de la estructura criminal del CJNG.
La tensión entre las familias de las víctimas y las autoridades se intensificó. Para los colectivos de búsqueda, la falta de respuestas claras y el intento de minimizar la importancia de los hallazgos en el rancho refuerzan la idea de que la Fiscalía busca encubrir la magnitud del problema.
"Un montaje para bajar la presión mediática"
La periodista Sandra Romandía, quien cubrió la visita al rancho, reportó el sentimiento de frustración entre los familiares. En un video compartido en redes sociales, mostró las condiciones del sitio:
"Hay enojo de las madres porque sitios como este, como esta galera, en la que presumiblemente habrían pernoctado los jóvenes reclutados, está completamente limpio, barrido", denunció.
Romandía mostró imágenes del rancho sin rastros de las evidencias previas. "Ya no hay nada de lo que se había encontrado", agregó, señalando que la Fiscalía parecía haber preparado el sitio para la visita, eliminando cualquier posible indicio de actividad criminal.
Madres y familiares de desaparecidos de distintos estados del país, incluyendo Colima, Zacatecas, Nayarit y el Estado de México, se trasladaron hasta Teuchitlán con la esperanza de encontrar respuestas. Sin embargo, lo que encontraron fue un escenario despojado de evidencias.
"Es una burla para nosotras, es jugar con nuestros sentimientos. No saben el dolor de una esposa o una hija que busca a su ser querido, y que nos traigan aquí solo para darnos un tour como si fuera un museo o una locación de película. Esto es un circo", expresó una madre buscadora.
La "verdad histórica" de Teuchitlán: ¿encubrimiento o negligencia?
El caso de Teuchitlán ha sido comparado con la "verdad histórica" de Ayotzinapa, donde las autoridades intentaron cerrar una investigación con una versión oficial cuestionada. Para muchos, lo sucedido en el rancho Izaguirre sigue el mismo patrón: ocultamiento de información, manipulación de pruebas y una narrativa controlada por el gobierno.
"Cada día que pasa, se hace más evidente que la Fiscalía y los gobiernos estatal y federal buscan minimizar el caso Teuchitlán como un hecho aislado de negligencia policial. Pero esto es mucho más grave: hablamos de un caso de reclutamiento forzado, desaparición y posible ejecución de decenas de jóvenes", señalaron activistas.
El fiscal Gertz Manero ha sido duramente criticado por su gestión; su historial de encubrimientos, como el caso Ayotzinapa, ha generado desconfianza entre los civiles. Durante su administración, la Fiscalía ha sido señalada por bloquear investigaciones clave y priorizar la protección del gobierno sobre la búsqueda de justicia.
Sheinbaum responde: la FGR investigará a Enrique Alfaro
Durante su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que será la FGR la instancia encargada de determinar si el exgobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, tiene responsabilidad en el caso del rancho Izaguirre.
"Le corresponde a la Fiscalía. El fiscal dio muchos datos sobre cómo no se siguieron todos los protocolos de investigación en la Fiscalía Estatal. Las investigaciones sobre las autoridades deben ser realizadas por la FGR", declaró Sheinbaum.
La presidenta rechazó que el caso tenga una connotación política:
"Algunos han querido hacer de esto un tema político, pero se van a quedar con las ganas. Todo es política, pero esto no es politiquería. Si hay responsabilidades de funcionarios, lo tiene que determinar la Fiscalía", afirmó.
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El dolor de las familias sigue sin respuestas
Mientras el gobierno y la Fiscalía defienden su versión de los hechos, las familias de los desaparecidos continúan su lucha. Para ellas, el rancho Izaguirre representa más que un terreno baldío; es el símbolo de un sistema que les ha fallado una y otra vez. Las madres buscadoras han dejado claro que no se detendrán hasta encontrar la verdad. La indignación que desató el supuesto montaje en Teuchitlán solo refuerza su determinación.
El rancho Izaguirre, en lugar de ser el punto de partida para una investigación seria, se ha convertido en el escenario de un "montaje" que solo ha alimentado la rabia y la desesperación de quienes siguen buscando a sus desaparecidos. La verdad, como en otros casos, parece seguir oculta, enterrada bajo la alfombra de la impunidad.
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