- 01 de octubre de 2024
El hartazgo por la subida de precios y contaminación, producto del turismo masivo, ha derivado en manifestaciones
"¡Turistas, vayan a casa!" El primer fin de semana de julio, en los albores del verano, con el sol a tope y buenas temperaturas en el Mediterráneo, se registraron protestas en contra del turismo masivo que se agolpa en la ciudad condal, Barcelona, una de las localidades más visitadas en España, segundo lugar mundial en captación de turistas.
El hartazgo de los residentes ante la subida de precios de alquiler, la inflación y la contaminación que dejan las hordas de visitantes no sólo derivó en manifestaciones, sino en agresiones. Los inconformes rociaron con pistolas de agua a los turistas que gozaban de terrazas al aire libre y estos tuvieron que abandonar el lugar.
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, rechazó las muestras de hostilidad y aseguró que todos los visitantes son bienvenidos, aunque también prometió regulaciones a las empresas de alquileres cortos de bienes raíces como Airbnb, para garantizar el acceso de los residentes a alquileres justos.
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Barcelona no es el único caso donde se han registrado protestas y nuevas medidas en contra del turismo masivo debido a los impactos negativos que este fenómeno genera en las comunidades locales. A la luz de este fenómeno comienzan los cuestionamientos sobre si la inconformidad ya alcanzó a ciudades mexicanas.
En algunas demarcaciones de la Ciudad de México, como la alcaldía Cuauhtémoc, ya se han registrado manifestaciones en contra de la gentrificación y la llegada masiva de residentes extranjeros permanentes, no así en contra del turismo masivo. "Gringo, regresa a tu país", se puede leer en algunos mensajes impresos pegados en algunos postes de la colonia Juárez.
Además de la Ciudad de México, la Riviera Maya en Quintana Roo y Puerto Vallarta en Jalisco registran altas concentraciones de turistas en diferentes temporadas, que si bien dejan un gran impacto económico, también someten a gran estrés al medio ambiente y a la economía local. En zonas arqueológicas como Chichén-Itzá, se han suscitado amargos eventos por el mal comportamiento de turistas extranjeros.
México ocupa el sexto lugar a nivel mundial en captación de turismo internacional. En 2023, la derrama económica fue de 21 mil 549 millones de dólares, lo que significa un incremento de 2.8% respecto a 2022 y 46.7% respecto a 2019.
Desde hace algunos años, las autoridades de La Paz, Baja California Sur, han restringido los horarios y el número de turistas que pueden acceder a Balandra, conocida como la playa más hermosa del mundo, en un ejemplo de las nuevas regulaciones necesarias ante la llegada descontrolada de turistas.
El pueblo japonés de Fujikawaguchiko ha restringido la vista al emblemático Monte Fuji, pues miles de visitantes llenaban de basura y caos la pequeña localidad para conseguir la foto perfecta que pudieran compartir en redes sociales.
¿En qué ciudades se han registrado protestas en contra del turismo masivo?
A continuación, se presenta un resumen de algunas de las principales protestas y sus causas:
Venecia, Italia: La afluencia de turistas ha llevado a la saturación de la ciudad, aumentando el costo de vida, dañando el medio ambiente y desplazando a los residentes locales.
Los residentes han organizado manifestaciones, bloqueos de puentes y campañas para restringir la llegada de grandes cruceros y limitar el número de turistas diarios.
Barcelona, España: El turismo ha contribuido al aumento de los alquileres, la gentrificación y la pérdida de espacios públicos. También ha generado problemas de convivencia y ruido.
Se han llevado a cabo marchas y acciones directas para exigir una regulación más estricta de los alojamientos turísticos y la reducción de la promoción turística.
Ámsterdam, Países Bajos: La saturación turística ha provocado problemas de vivienda, aumento de precios y una sobrecarga en la infraestructura de la ciudad.
Las autoridades locales han implementado medidas como la limitación de nuevas tiendas de souvenirs, la prohibición de nuevos hoteles y la promoción del turismo fuera del centro histórico.
Berlín, Alemania: El turismo ha impulsado el incremento de los alquileres y la transformación de barrios tradicionales en zonas turísticas.
Los ciudadanos han demandado la regulación de plataformas de alquiler como Airbnb y la protección de viviendas asequibles para los residentes locales.
Palma de Mallorca, España: La isla enfrenta problemas de masificación turística, que afectan la calidad de vida de los residentes y el medio ambiente.
Se han realizado manifestaciones para exigir un modelo de turismo sostenible y la limitación de plazas hoteleras y cruceros.
Dubrovnik, Croacia: El turismo masivo, especialmente de cruceros, ha dañado el patrimonio cultural y ha generado congestión en la ciudad.
Se han implementado medidas para limitar el número de visitantes diarios y proteger el casco antiguo.
Las protestas reflejan la creciente preocupación por los efectos adversos del turismo masivo y la demanda de un enfoque más sostenible que equilibre los beneficios económicos con la preservación del bienestar de las comunidades locales y el medio ambiente. ¿Llegará el turno de México?
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