Keila Simpson, una mujer transgénero y activista brasileña, viajó a México para participar en el Foro Mundial Social donde hablaría sobre derechos humanos. Sin embargo, a su llegada al país fue retenida por agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) quienes la deportaron a Brasil por considerar que no tenía "perfil de turista", esto debido a que su nombre en el pasaporte no coincidía con su identidad de género. 

La activista es presidenta de la Asociación Nacional de Travestis y Transexuales (Antra). Al llegar a México presentó los documentos necesarios como pasaporte, invitación al evento, el formulario de inmigración e incluso el voucher de estancia en un hotel de la Ciudad de México. Sin embargo, autoridades migratorias rechazaron su solicitud por "inconsistencias". 

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A través de un comunicado, Antra destacó que el proceso de deportación duró casi 10 horas, mismas en las que Keila Simpson estuvo aislada, incomunicada y sin derecho a tener contacto con otras personas de la delegación que la acompañaron.

"La velocidad del proceso de retorno es asombrosa, aún más teniendo en cuenta que la activista ha presentado todos los documentos necesarios para entrar al país. Estos fueron los mismos documentos presentados por el resto de la delegación brasileña y ninguna otra persona fue rechazada. También, en la línea de inmigración, Keila señaló que no se solicitó a ningún otro viajero estos documentos", señala Antra. 

La organización criticó que el acceso a los derechos de las personas transgénero esté condicionado a su estatus de documento rectificado, "ignorando el derecho a utilizar el nombre social". 

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"Hay que respetar la autonomía y considerar que existen temas personales y subjetivos que deben ser considerados en este proceso: 1. Hay personas que no pueden rectificar debido a problemas legales y/o derechos de sucesión, 2. Hay quienes no quieren rectificar y 3. Hay quienes no pueden ejercer ese derecho porque no es simple ni barato. Independientemente del motivo de cada persona y de cada caso, la autodeclaración de género es un derecho humano. Respetar los pronombres, nombre social, expresión e identidad de género de las personas trans debería estar por encima de cualquier norma formal", sentenció Antra. 

Hasta el momento de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ni el INM han emitido una postura por los hechos ocurridos el pasado 1 de mayo. 

¿Quién es Keila Simpson, la activista trans deportada por agentes mexicanos?

Keila Simpson es activista del movimiento LGBT+ desde 1990. Es considerada líder de la principal red nacional que trabaja por la defensa de los derechos humanos de la población transgénero, la Asociación Nacional de Travestis y Transexuales (ANTRA).

Simpson fue vicepresidenta de la Asociación Brasileña de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Travestis, Transexuales e Intersexuales (ABGLT), también presidenta del Consejo Nacional de Lucha contra la Discriminación LGBT en 2013, año en que recibió el Premio Nacional de Derechos Humanos de manos de la entonces presidenta Dilma Rousseff.

"Represento un movimiento que está en constante conflicto con la sociedad, no porque cause conflicto, sino porque la sociedad trae conflicto a esta comunidad. Siempre tenemos que entender que la sociedad es conservadora y muy violenta. Y eso tiene una razón. ¿Por qué vemos esta violencia tan fuerte, particularmente para la población trans? Porque esta población decidió no solo transformarse, sino también atreverse", expresó en una ocasión Keila Simpson.