- 12 de agosto de 2025
La colaboración en seguridad entre México y EE.UU. sigue firme pese a tensiones y rumores de invasión militar.

La posibilidad de que tropas estadounidenses entren a México para combatir a los cárteles ha encendido una nueva chispa en la relación bilateral. El Gobierno mexicano, encabezado por Claudia Sheinbaum, ha sido claro: no aceptará presencia militar extranjera en su territorio.
La Cancillería lo reiteró en un comunicado, luego de que The New York Times revelara que Donald Trump firmó en secreto una orden para permitir intervenciones de las Fuerzas Armadas de EE.UU. contra organizaciones criminales en otros países.
En Washington, la decisión se enmarca en una política más dura contra el narcotráfico. Trump y su equipo han catalogado a varios cárteles, entre ellos seis mexicanos, como organizaciones terroristas, lo que abre la puerta legal a operaciones militares en el extranjero. Para el embajador Ronald Johnson, estos grupos "no solo son narcotraficantes, son terroristas que destruyen comunidades enteras".

Sheinbaum cierra filas: "No habrá militares extranjeros"
Desde Palacio Nacional, Sheinbaum ha cerrado filas. "Estados Unidos no va a venir a México con los militares, eso está descartado absolutamente", afirmó. La presidenta reconoció que el tema ha surgido en conversaciones con funcionarios estadounidenses, pero subrayó que solo aceptará colaboración en inteligencia y operativos conjuntos bajo mando mexicano. "Podemos colaborar de otras maneras, pero eso no", sentenció.
En el terreno diplomático, la postura mexicana se apoya en un principio histórico: la defensa de la soberanía. La última vez que tropas estadounidenses pisaron suelo mexicano fue en 1848, al final de la guerra que costó a México la pérdida de más de la mitad de su territorio. Desde entonces, y especialmente en el siglo XXI, la cooperación en seguridad ha sido estrecha pero siempre bajo límites claros.
Incluso desde Washington han tratado de matizar el alcance de la orden presidencial. Pete Hegseth, secretario de Defensa, declaró a Fox News que actuarán contra los cárteles "cuando tenga sentido" y bajo órdenes de Trump, pero negó estar anunciando el envío de soldados a México. Sin dar detalles, aseguró que están "observando de cerca" y que la ofensiva contra estos grupos es una prioridad nacional.
¿Escenario real o retórica política?
La posibilidad de una intervención militar directa de Estados Unidos en México es, para expertos, poco más que un recurso retórico. Gerardo Rodríguez Sánchez Lara, especialista en relaciones internacionales y seguridad, la calificó como "falsa de toda falsedad" y subrayó que la cooperación en materia de defensa vive uno de sus mejores momentos.
Según Rodríguez, en los últimos años ambos países han coordinado operativos para desmantelar laboratorios de fentanilo y detener a miles de integrantes del crimen organizado, lo que refleja un nivel de colaboración sin precedentes.

Aun así, advierte que un ataque selectivo con drones estadounidenses sería más probable que una incursión con tropas, aunque igual de inaceptable. "Es una línea roja que no debe cruzarse, porque dañaría gravemente la confianza construida en dos décadas", puntualizó.
En este contexto, especialistas alertan que los discursos alarmistas sobre una supuesta intervención directa no solo desinforman a la opinión pública, sino que erosionan el entendimiento bilateral. Mientras Trump y Sheinbaum intercambian declaraciones, la narrativa de un conflicto armado sigue alimentando la agenda política, en un momento ya marcado por tensiones comerciales y migratorias.
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