- 05 de julio de 2025
Una disputa legal en Jerusalén entre empresarios israelíes sacó a la luz que el expresidente mexicano habría recibido un soborno millonario para el uso de Pegasus.

Un arbitraje confidencial en Jerusalén ha destapado una nueva controversia sobre el expresidente Enrique Peña Nieto, empresarios israelíes declararon haberle entregado un soborno de 25 millones de dólares (465,785,000 de pesos mexicanos) para asegurar contratos del software espía Pegasus en México. Así lo revela un reportaje publicado por el medio israelí The Marker, que detalla la presunta participación del exmandatario en acuerdos para introducir el sistema de vigilancia en dependencias clave del gobierno mexicano.
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La revelación, surgida en medio de una disputa civil entre los empresarios Uri Emmanuel Ansbacher y Avishai Samuel Neriah, ambos vinculados a la empresa NSO Group (creadora de Pegasus), podría convertirse en una nueva línea de investigación sobre el uso de espionaje durante el sexenio priista, en el que también se ha documentado el rastreo ilegal a periodistas, activistas y opositores políticos.
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Peña Nieto, señalado por facilitar contratos
De acuerdo con la publicación israelí, Ansbacher y Neriah habrían canalizado 25 millones de dólares a Peña Nieto como parte de un acuerdo que garantizaba la implementación del software Pegasus en diversas instituciones de seguridad nacional, incluyendo la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la extinta Procuraduría General de la República (PGR) y el desaparecido Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).
Una fuente consultada por The Marker aseguró que "gran parte del dinero se usó para financiar gastos políticos, probablemente durante la campaña presidencial de Peña Nieto en 2012". El informe señala también que uno de los empresarios, Avishai Neriah, llegó a fungir como cónsul honorario de México en Haifa, lo que facilitó sus contactos con altos funcionarios del gobierno mexicano.

La disputa que destapó el escándalo
El soborno millonario salió a la luz a raíz de una demanda que Uri Ansbacher interpuso contra Neriah tras la disolución de su sociedad comercial. Ansbacher exigía la devolución de fondos que, según él, habían sido entregados bajo el compromiso de organizar reuniones con Peña Nieto, encuentros que finalmente no ocurrieron.
Inicialmente, la disputa se llevó ante un tribunal religioso regido por la ley del Torá. Sin embargo, ante la falta de acuerdos, el caso fue turnado a un juzgado civil, donde salieron a relucir documentos que detallaban el acuerdo con el entonces presidente mexicano.
En dichos documentos no se menciona directamente a Peña Nieto, pero se hace referencia a él mediante términos como "la personalidad", "el hombre mayor" o "el N", lo que permitió a los investigadores concluir su identidad. "Ambas partes sabían que su mayor poder residía en su conexión con un alto funcionario del gobierno mexicano", cita el reportaje.
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Pegasus y su oscuro legado en México
Pegasus es un software de espionaje desarrollado por NSO Group, diseñado para infiltrarse en teléfonos móviles y acceder a mensajes, llamadas y archivos sin que el usuario lo note. Aunque fue vendido bajo el argumento de combatir el crimen organizado y el terrorismo, múltiples investigaciones han revelado que fue utilizado para espiar a periodistas, defensores de derechos humanos y opositores políticos.
En 2023, un testigo protegido identificado como "Zeus" declaró ante la Fiscalía General de la República (FGR) que Peña Nieto ordenó personalmente el espionaje a empresarios como Carlos Slim y Germán Larrea, así como a periodistas como Carmen Aristegui, Genaro Villamil y Carlos Loret de Mola. Según su testimonio, existía una lista en Excel con cerca de mil 500 personas vigiladas, elaborada por el Cisen durante el sexenio peñista.
¿Quiénes están involucrados?
Uri Ansbacher, uno de los protagonistas del arbitraje, fue el intermediario clave entre NSO Group y el gobierno mexicano. Utilizó un entramado de empresas fachada, como el Corporativo KBH, para facilitar la venta de Pegasus y canalizar fondos. En el juicio oral contra Juan Carlos García Rivera, empleado de dicha red empresarial, el testigo "Zeus" detalló cómo operaba el esquema de espionaje y financiamiento ilícito.
Por su parte, Avishai Neriah, el otro empresario involucrado en el arbitraje israelí, mantenía una relación cercana con diplomáticos mexicanos y con Peña Nieto. Su papel como cónsul honorario fue crucial para consolidar vínculos entre el gobierno de México y NSO Group.
Según el reportaje de The Marker, la sociedad entre Ansbacher y Neriah se disolvió tras la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia en 2018. Con el cambio de administración, altos funcionarios que participaban en las negociaciones abandonaron sus cargos, lo que marcó el fin de los contratos relacionados con Pegasus.
"El país cambió completamente en cuanto a su estructura pública", dice uno de los fragmentos del arbitraje. "Los documentos posteriores a 2018 ya no son relevantes porque la mayoría de los funcionarios renunciaron".
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