Se complica más la relación con EE.UU.: Trump, T-MEC y ahora el embajador

El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca plantea un escenario complejo para la relación México-Estados Unidos. Las promesas que hizo durante su campaña, llenas de amenazas económicas y demandas migratorias, adelantan tiempos difíciles en áreas clave como el comercio,  seguridad  y las relaciones geopolíticas.

Trump, fiel a su estilo, vuelve a poner sobre la mesa una serie de interrogantes y preocupaciones que México no puede ignorar. A esto se suma la revisión que se avecina del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), lo que añade más presión a la situación.

 Durante su campaña, Trump dijo que impondría un arancel del 25% a las importaciones mexicanas si no se detenía la entrada de drogas y migrantes. Una medida así podría golpear duramente a la economía mexicana, afectando exportaciones y el flujo de inversiones que depende de una relación estable con Estados Unidos.

Críticas de Ken Salazar y la crisis de cooperación

A este escenario ya complicado se suman las recientes declaraciones del embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, quien recientemente criticó con dureza la gestión del expresidente Andrés Manuel López Obrador. 

Durante una conferencia, Salazar dijo que la estrategia de "abrazos, no balazos" no había funcionado para frenar la violencia en México. "El pueblo de México no debe vivir con miedo", señaló, en un mensaje claro y contundente.

También denunció que el gobierno de López Obrador no quiso colaborar con Estados Unidos en temas de seguridad e incluso rechazó el apoyo previsto en el Entendimiento Bicentenario, un acuerdo que contemplaba fondos millonarios para el combate del crimen organizado. "Millones de dólares para ayudar a México en seguridad, pero lo pausaron, lo pararon, lo detuvieron", lamentó.

Esto, dijo el embajador, fue una decisión basada en "problemas ideológicos" que no entendieron la gravedad de la situación. "La realidad es que hay un problema muy grande en México", agregó. Salazar dijo que no basta con "echarle la culpa a Estados Unidos" ni recurrir "a las explicaciones del pasado" para atajar la crisis. 

Fue particularmente crítico de la austeridad e insistió en la necesidad de respaldar la nueva estrategia de Sheinbaum con una inyección de recursos para acabar con la corrupción en las Policías y el sistema de justicia. Mientras se prepara para dejar su cargo, Salazar no parece tener intención de suavizar su postura y pide un cambio en el enfoque de México. "El plan de Sheinbaum tiene que tener éxito".

Amenazas de Trump y preocupaciones económicas

Sobre las amenazas de mano dura del republicano dijo que "mucho de lo que se dice en campaña" no llega a hacerse realidad cuando los políticos asumen el cargo. "Se lo tendrán que preguntar al presidente electo y a su equipo", respondió a las preguntas de los reporteros sobre migración, la cooperación contra el tráfico de armas y la ola de nombramientos de línea dura de los últimos días.

Trump no solo ha hablado con dureza sobre el tema migratorio. También prometió actuar de forma más estricta contra el tráfico de fentanilo, apuntando directamente a los cárteles mexicanos. 

Aunque algunos expertos piensan que las promesas de campaña suelen moderarse al llegar al poder, en el caso de Trump no hay garantías. Su regreso podría significar más presión sobre las políticas de seguridad mexicanas y medidas más duras en la frontera.

El comercio, una pieza clave entre ambos países, también se ve en riesgo. Trump ya ha demostrado que está dispuesto a usar las amenazas arancelarias para presionar, y México tendrá que estar listo. Diseñar estrategias para proteger las cadenas de suministro y defender los intereses de las empresas mexicanas será esencial para evitar daños económicos graves.

Frente a este panorama, la presidenta Claudia Sheinbaum tendrá que hacer todo lo posible para mantener una relación de diálogo con Estados Unidos y proteger los intereses de México.

Será crucial encontrar un equilibrio: reforzar la seguridad y mantener la cooperación, sin caer en un distanciamiento que afecte la estabilidad social y económica. Con Trump de vuelta, México tiene que estar preparado para un desafío que no será nada sencillo.

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