Violentas Mariposas: ¿De qué trata la película mexicana que triunfó en el Brooklyn Film Festival?

No cabe duda de que para muchos mexicanos, el Ministerio Público es "el último lugar que quieres pisar en la vida". Violentas Mariposas se atreve a mostrar lo que muchos prefieren no ver: la violencia estructural, el desencanto político y el dolor convertido en arte.

La cinta, que acaba de ganar dos premios —Mejor Largometraje Narrativo y Mejor Cinematografía— en el Brooklyn Film Festival, es el primer largometraje de ficción del cineasta mexicano Adolfo Dávila, quien regresa a Nueva York 25 años después de haber sido premiado en el mismo certamen por su cortometraje Revés.

A través de una historia de amor entre un grafitero y una cantante punk, Violentas Mariposas dibuja un retrato crudo de la juventud que aún se atreve a alzar la voz. La película no busca consolar, ni proponer salidas, sino mostrar una visión desesperanzadora de la realidad que viven miles de mexicanos al no poder encontrar justicia a través de las instituciones.

"Yo creo que esa es nuestra realidad... uno de los motivos esenciales es la carencia de justicia", afirma en entrevista con Quinto Poder. "Si la justicia se ejerciera, viviríamos en una realidad completamente diferente, tal vez con menos narcotráfico, con menos feminicidio, con menos corrupción".

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"Vivimos en una realidad desesperanzadora"

Dávila no esquiva el tono sombrío de su historia. Al contrario, lo abraza con crudeza. Para el director, la impunidad no es una consecuencia, sino una condición permanente.

"Nunca he visto tal cosa [como la justicia]... vivimos en la injusticia, ¿no? Y por lo mismo, es un gran terreno para que crezca la corrupción y la impunidad y todas las demás situaciones que hacen que todo se vuelva este círculo vicioso y decadente."

El centro de la película es una pareja que busca en la música y el arte callejero formas de protesta y conexión. No son héroes ni mártires, pero sí personajes que se atreven a cuestionar el sistema desde la trinchera de su juventud. "Trato de retratar a dos personajes que quieren ser creativos y que cuestionan todo".

Uno de ellos estudia filosofía y lee a Hegel, no como una pose intelectual, sino como un espejo crítico del papel del Estado en la vida cotidiana. "Se prestaba mucho la idea de Hegel y el concepto del espíritu absoluto... él termina cuestionando [eso], también como diciendo, ´pues Hegel era un fascista, profesor´".

Dávila insiste en que Violentas Mariposas no busca adoctrinar. "No pretendo plantear esta idea de ´vamos a hacernos todos anarquistas´". Más bien, apunta a incomodar, a reflejar una desesperanza tan común que se ha vuelto paisaje. "Vendemos el narcotráfico, la muerte de periodistas, los feminicidios... pero la carencia de un sistema de impartición de justicia nadie la conoce."

Su experiencia presentando la cinta fuera de México evidencia el grado de normalización con el que vivimos en un sistema carente de justicia: "Una vez, una chica francesa en el Festival de Tallinn decía, ´mi hermana es abogada internacional y le voy a decir que haga algo para interceder con México sobre esta situación´. Porque nosotros ni ayuda pedimos."

Jóvenes, arte y catarsis

Aunque aún no tiene fecha de estreno comercial en México, el cineasta tiene claro a quién quiere llegar: los jóvenes. "Mi expectativa es llegar a los jóvenes, y sobre todo a las chicas, a las mujeres jóvenes... su proceso durante la película a mí me resulta muy satisfactorio. Realmente ocurre una catarsis."

Dávila cuenta que en cada presentación hay una reacción emocional muy fuerte: "Infaliblemente... hay un evento de revelación de alguna mujer que ha sido víctima de abuso y reacciona de una manera catártica, ¿no? Y que dice ´claro que sí, más fuego, échenle más fuego a esto. Incendíenlo todo´".

También recuerda un momento especial: "Un chavito de unos 19-20 años, punk de veras, me dice: ´me gustó mucho, me movió muchísimo... pero para mí lo más importante es que ves que uno tiene muchas amigas mujeres, y ellas te cuentan cosas que no le dicen a nadie. Y su película muestra esto.´"

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Violentas Mariposas "es una película incómoda", dice el propio Dávila. Y sin embargo, fue reconocida en Nueva York por su "mirada radical, política y profundamente humana".

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