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Abuelito de 86 años recibe su título de la Universidad en Puebla
El señor llegó con sus nietos a la ceremonia, cargando un costal con sus pertenencias.
En una emotiva ceremonia celebrada este martes 27 de junio, un abuelito de 86 años de edad recibió su tan esperado título como Ingeniero en Procesos y Gestión Industrial, luego de completar siete años de estudios en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), convirtiéndose en uno de los estudiantes más longevos.
El destacado estudiante, don Felipe Espinosa Tecuapetla, demostró que nunca es tarde para perseguir los sueños académicos. A pesar de haber trabajado durante gran parte de su vida sin una educación formal, don Felipe decidió embarcarse en esta nueva etapa y obtener su título universitario, marcando una diferencia significativa en su vida. La Rectora María Lilia Cedillo Ramírez tuvo el honor de entregar personalmente el título a don Felipe.
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Don Felipe inició sus estudios en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) en 2016, a los 79 años de edad, y ha compartido su experiencia universitaria con su nieta, quien también estudia en la misma institución, en la carrera de Contaduría Pública.
Durante la ceremonia, don Felipe estuvo acompañado por su hija y su hijo, este último también ingeniero, quienes se sumaron a la celebración de su logro como profesional. "Trabajé toda mi vida sin estudios ni papeles, pero ahora todo es diferente. Ahora tengo mi título y sé hacia dónde me dirijo", aseguró don Felipe Espinosa Tecuapetla, demostrando su orgullo y satisfacción por haber alcanzado su meta académica.
A pesar de haber llegado al final de su carrera universitaria, don Felipe no tiene intención de detenerse en su camino de aprendizaje. Con entusiasmo y determinación, menciona su interés en continuar estudiando, destacando su participación en los cursos ofrecidos por la Universidad para Adultos (UPA): "El deseo de seguir aprendiendo es lo que me impulsa. Aunque sea mayor, seguiré adelante".
Junto a don Felipe se encontraban dos jóvenes mujeres, sus nietas, quienes admiran y reconocen en él un ejemplo de perseverancia. Inspiradas por su abuelo, se sienten motivadas a no rendirse y siguen sus pasos en la búsqueda de una educación universitaria. Don Felipe también brinda consejos a sus compañeros de estudios y a los jóvenes que aspiran a convertirse en profesionales, alentándolos a nunca abandonar sus metas.
Al terminar la ceremonia, don Felipe se retiró con su costal en su hombro, el cual contiene sus pertenencias personales, incluyendo una revista sobre el potencial tecnológico e industrial de China y un convertidor de corriente. Sin embargo, lo más preciado que lleva consigo es su portafolio que contiene el título de ingeniero, símbolo de su arduo trabajo y dedicación a lo largo de los años.
La historia de don Felipe Espinosa Tecuapetla es un testimonio inspirador de que nunca es demasiado tarde para perseguir los sueños y alcanzar el éxito académico. Su valentía y determinación sirven como ejemplo para todas las generaciones, recordándonos que el aprendizaje y el crecimiento personal no tienen límites de edad.
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