Joven que vendía globos para pagar sus estudios, se gradúa como contador

"No hay trabajo vergonzoso", dijo un joven que logró graduarse como contador luego de vender a diario globos en las calles para poder pagar sus estudios universitarios, hecho que ha cautivado a miles de internautas quienes aplaudieron su dedicación y esfuerzo para salir adelante.

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Se trata de Eduardo Chamé, un joven originario de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, quien aprovechó su cuenta de Facebook para agradecer a su familia y a Dios por siempre apoyarlo y estar con él en los momentos más difíciles de su vida. Asimismo, el joven agradeció a todas las personas que se acercaron a él para poder comprarle un globo, pues sin darse cuenta, lo estaban apoyando a poder pagar sus estudios,  y así cumplir su sueño de terminar la licenciatura de contaduría:

"El día hoy me siento muy feliz y quiero agradecer a mi Familia y a Dios por todas las bendiciones que me ha dado, el sabe lo mucho que durante años me he esforzado por salir adelante, que no lo he tenido nada fácil, pero que poco a poco voy logrando mis metas, también agradecer a todos los padres que alguna vez han comprado globitos a sus hijos, gracias a ellos pude pagar mis pasajes, inscripciones, libros, alimentos y que sin saberlo me estaban ayudando a cumplir mis metas.

El joven puntualizó que debido a que su familia tenía diversos problemas económicos, salía a las calles a trabajar vendiendo globos y así poder aportar algo a su casa y tener dinero suficiente para comidas, pasajes y demás gastos escolares: "No todos tenemos las mismas oportunidades, muchas veces toca trabajar doble, bajo el sol, bajo la lluvia e ir a estudiar cansado, desvelado y cuestionando si realmente valdrá la pena tanto esfuerzo, y ahora puedo asegurar que vale la pena porque hoy día siento una gran felicidad por llegar hasta este momento que muchas veces me parecía eterno". 

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Finalmente, el joven incluso decidió enviarle un mensaje a todas las personas que se burlaron de él por su situación económica: "Al mismo tiempo quiero expresarle a todos aquellos que alguna vez se burlaron de mí, que no hay trabajo vergonzoso, que cuando se quiere salir adelante, uno debe trabajar en lo que sea, los vendedores ambulantes somos personas que también tenemos sueños, que estamos forjando nuestro futuro, por ello hay que respetar y valorar el trabajo por muy humilde que sea, porque más adelante ese vendedor al que hoy rechazas será el profesionista que mañana tu puedas necesitar.

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