Calderón quiere arreglar el sistema que ayudó a pudrir
Corren cada vez con más desesperación los movimientos de la clase política de cara a las elecciones del Estado de México y Coahuila, así como para el proceso electoral de 2024, y algunos personajes ya no sienten lo duro sino lo tupido como en el caso de Felipe Calderón, quien expuso su manifiesto para defender la democracia (sí, el hombre que "ganó" la Presidencia "haiga sido como haiga sido"), justo cuando el juicio a su intocable funcionario Genaro García Luna está en boga.
Calderón recurrió al diario Reforma, medio al que sistemáticamente atacó por exhibir la violencia ocurrida durante su sexenio.
El expresidente que se enemistó con Vicente Fox y Santiago Creel, que pactó con Enrique Peña Nieto y estuvo aliado a Elba Esther Gordillo, apuesta por renovar el sistema de partidos en México.
Ojalá lo hubiera intentado antes, cuando las cosas no estaban tan podridas. Por cierto, los líderes de PAN, PRI y PRD, prácticamente lo dejaron en visto.
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De Atracomucho a Atrocopeor
No habría razón para sorprenderse, porque si los partidos políticos tienen margen para superarse, lo son particularmente en lo que tiene que ver con hacer trampa o darle vueltas a la ley.
Pero la alianza PRI-PAN-PRD en el Estado de México de plano mostró que los dinosaurios están más hambrientos que nunca por conservar el poder, y hasta al photosop recurren para inflar sus eventos (anticipados, por si fuera poco) y promoverlos como todo un éxito, cuando parece que se están quedando cortos o entre ellos mismos no quieren echarse la mano como los buenos aliados que son.
Lo ocurrido este domingo en Huixquilucan en el evento de Alejandra del Moral, seguramente es el primer desliz de varios que ocurrirán entre los hermanos incómodos de PAN y PRI.
Donde están más inquietos es en Atlacomulco, cuna de la "clase alta" del PRI...
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En el Senado atienden las recomendaciones de Slim
Carlos Slim, mandamás de Grupo Carso, lleva años planteando la conveniencia de que las semanas de trabajo sean de cuatro días y no de cinco, con la intención de que la productividad sea mayor y los trabajadores tengan una mejor calidad de vida.
El tema es que a diferencia de lo que ocurre en las empresas, donde las circunstancias son ajenas y diametralmente distintas a las burbujas de los funcionarios públicos, en el Senado de la República han llevado la recomendación de Slim a otro nivel, ¡porque nada más trabajan (es un decir) dos días a la semana!
Eso sí, Ricardo Monreal, cabecilla de la Cámara alta, dice que los senadores son responsables, eficientes y productivos.
Sí, ajá....