México ha enviado ayuda humanitaria y rescatistas a Turquía por el fuerte sismo que sufrió ese país el lunes 6, sin embargo también ha habido mexicanos que ya se encontraban en el país transcontinental cuando sucedió el siniestro, tal es el caso de Mitzi Estefanía Reyes, una mexicana originaria de Guerrero que radica en Antalya, una ciudad en el sur de la nación, junto con otros tres mexicanos que se dedican al arte en esa zona.
"No me imaginé que había pasado a cierta magnitud puesto que yo le calculaba que había sido un movimiento de 5 grados aproximadamente. Posteriormente empezaron a dar a conocer que había muchos daños, muchos edificios afectados, mucha gente desaparecida, entre ellos niños y señores de la tercera edad. Dieron a conocer también que nuestras carreteras, las que conectan nuestra ciudad con el lugar de los hechos, están completamente destruidas, es imposible pasar", dijo a CNN.
Mexicanos estaban lejos del epicentro
Y es que Reyes vive a seis horas del epicentro del sismo de magnitud 7.8 y que ocurrió de madrugada. Por eso su percepción del movimiento fue menor y no le dio importancia tanta: "me volví a dormir y mi familia me empezó a buscar, me empezaron a decir que había sido terremoto", dijo. Sin embargo, "en las noticias locales, el lugar de los hechos estaba horrible, no se puede llegar por carretera".
La joven no tiene conocimiento de que haya otros mexicanos en el epicentro. Más connacionales radican en Estambul, pero ahí el terremoto también fue casi imperceptible. De cualquier manera, "fue un susto", dijo, "pues como mexicanos, ya sabemos lo que se siente. Pero de cierta forma era una duda porque estamos en otro país, desconocemos los protocolos que aquí lleven".
México también tiene experiencia con sismos fuertes
Reyes recordó uno de los sismos que sufrió México en 2017: el del día 19 de septiembre. Aquél tuvo una magnitud de 7.1. Sin embargo, días antes, el 7, ya había habido otro mayor: de magnitud 8.2. Años más tarde, también en septiembre, y también el día 19 hubo otro sismo, este fue de magnitud 7.7.
"Pero se sintió un sentimiento como entre frustración y miedo por el echo de que: 'ajá, ¿y ahora qué sigue?'. Si había daños en nuestra ciudad o si no nos querían decir realmente qué teníamos qué hacer, porque nos pidieron que permaneciéramos en nuestra casa por el cuidado de nosotros. No nos habían dicho el por qué, hasta después, nos dieron a conocer que era, más que nada, no hacer embotellamientos de tráfico", siguió narrando.
Mitzi Estefanía pronto entendió que esto era para que las unidades de emergencia pudieran transitar más ágilmente, llegar al aeropuerto "y llevar todos los insumos, incluso recoger a las personas que venían llegando", dijo. Por su parte, la embajada de México en Turquía informó que hasta el momento no hay registro de mexicanas o mexicanos afectados. Por otro lado, para los mexicanos que quieran ayudar, la CDMX habilitó dos centros de acopio para apoyar a Turquía y Siria.
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