Un hombre se desplomó durante su fiesta de despedida de la fábrica donde trabajó por 30 años para la empresa de ropa llamada Belvest. Se llamaba Michele Barco y en la víspera de su vida de jubilado, justo durante una celebración organizada por sus jefes, cayó fulminado por un infarto, según reportó el medio italiano Tgcom24. Tenía 58 años de edad.
Michele Barco había alcanzado las cotizaciones suficientes para jubilarse el 31 de enero. Al ser un compañero de trabajo querido tanto por sus colegas como por sus jefes, no quisieron que se fueran sin una pequeña celebración para agradecerle tanto tiempo. Incluso Michele llevó un poco de vino espumoso para festejar como quería, pues no todos los días uno se jubila. Fue precisamente cerca de brindis que tuvo ocasión lo fatal.
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De acuerdo con lo relatado por sus compañeros de trabajo, poco antes de desplomarse, Michele les había ofrecido pasteles. Sus colegas llamaron inmediatamente a los servicios de emergencia, sin embargo no lograron salvarlo. Todos los testigos estaban en shock ante lo que sucedido. La empresa detuvo sus labores ese día como muestra de respeto por la muerte de su Michele.
Michele Barco vivía con su madre en la localidad italiana de Piazzola, no se le conoce esposa ni hijos. Lo más extraño es que, de acuerdo con sus compañeros, Barco no tenía ninguna enfermedad conocida.
Michele Barco se dedicaba a revisar las prendas producidas en la fábrica y estaba al pendiente para señalar cualquier imperfección que tuvieran para mandarla a corrección: "una persona fantástica, excelente trabajador e igual como persona. Estamos profundamente afectados por lo sucedido, ustedes entienden nuestro dolor" dijo uno de sus jefes a la prensa.
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