Con la llegada del Álbum Panini del Mundial de Qatar 2022, los fanáticos del fútbol se han vuelto locos, pues los apasionados de este deporte de todas las edades intentan conseguir todas las estampas para llenar el mini libro, tal y como le ocurrió a una abuelita de 75 años que se gastó todo el dinero de su pensión para comprar sobres.
Se trata de Ana del Rosario Mulet, originaria de la ciudad de Mendoza en Argentina, quien está dispuesta a llenar el mayor número de álbumes que se pueda hasta terminar la Copa del Mundo.
Abuelita gasta su pensión en estampas Panini para sus nietos
La abuelita se ha convertido en toda una celebridad en Argentina, pues le encanta coleccionar las estampas y llenar su álbum en compañía de sus nietos, motivo por el cual no le importa gastar su pensión en dichos paquetes.
“Muchos me critican. Me dicen ‘cómo vas a gastar tanto en figuritas’. Yo respondo siempre lo mismo: vivo un momento único con mis nietos”, dijo la señora Del Rosario al medio TN. “¿Para qué quiero un plazo fijo? Prefiero gastar la jubilación en paquetes. Nada me llena más. Si usted viera la carita de mis nietos cuando pegan las figuritas”.
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La obsesión de esta abuelita por las estampas comenzó en la Copa del Mundo de Alemania 2006. Desde entonces, la mujer ha coleccionado más de veinte álbumes, no sólo del mundial de la FIFA, también de la Copa América y la Eurocopa, entre otros torneos de fútbol.
“No me interesa cuánto cuesta llenarlo, cuánto sale cada paquete de figuritas…Yo soy jubilada y pensionada, y no es mucha la pensión que cobro. Pero moneda que voy teniendo, no la llevo al banco, compró un paquete de figuritas para abrir con mis nietos, o un chocolate para regalarles y compartir con ellos”, mencionó.
Aunque, la tierna abuelita ha recibido varias críticas por gastar su dinero en estampitas, la señora Del Rosario argumenta que disfruta mucho de completar los álbumes de los mundiales y compartir ese momento con sus nietos, esa forma de comunicación cara a cara y por fuera de internet, donde las juventudes pasan su mayor tiempo.
“Con las figuritas, los chicos van sabiendo dónde queda cada país, y se aprende historia también. Consciente o inconscientemente, van adquiriendo ese conocimiento, los nombres de los lugares, dónde quedan. Es una manera de leer un libro, pero en forma de álbum. Y su mente se va nutriendo, se va sembrando como una plantita. Y se disfruta”, finalizó.
Sin duda alguna, esta abuelita nos ha demostrado que nunca es demasiado tarde para disfrutar de lo más nos apasiona.
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