- 11 de septiembre de 2024
Muchos son los abuelos que por amor o por apoyar a sus hijos, deciden cuidar a sus nietos sin ninguna remuneración, por eso la pregunta que hizo una mujer en redes sociales desató el debate sobre si los adultos mayores deberían cobrar por ello.
Una abuelita desató el debate en redes sociales al preguntar si estaba en lo correcto por negarse a cuidar a su nieto sin un pago a cambio, debido a que su hija regresaría a trabajar.
En un foro de Reddit, una usuaria contó que su hija le pidió que cuidara a su nieto de un año de edad dos o tres veces por semana mientras ella trabajaba, y aunque aceptó, pidió una remuneración a cambio.
"Por supuesto que estoy dispuesta a pasar tiempo con mi nieto, pero le expliqué que me gustaría recibir un pago de 12 (dólares) por hora".
La abuelita dijo que aunque su hija comprendió su petición, le ofreció un pago de 10 dólares (poco más de 200 pesos), pues consideraba que pedía mucho tomando en cuenta que su sueldo era de 22 dólares (aproximadamente 450 pesos) por hora en su trabajo.
"No soy una guardería, tengo mi propia vida, trabajo para mí y creo que ella debería entender que estaría renunciando a mi tiempo cuando trabajo desde casa, y si voy a estar renunciando a ese tiempo, entonces necesito dinero para reemplazar ese tiempo que estoy renunciando a mi trabajo".
La mujer contó que su hija le dejo que el resto de los días el niño sería cuidado por los papás de su esposo y ella les proporcionaría la comida.
"Amo a mi nieto, pero como dije anteriormente, no soy una guardería", sentenció la usuaria de Reddit.
Su publicación dividió opiniones, ya que otros usuarios consideraron que si bien es justo que pida un pago, la tarifa que estaba pidiendo era muy alta y con eso la hija podría incluso pagar una guardería.
"Para aclarar, no está mal pedir una compensación, está mal porque está claro que en realidad no quiere hacerlo y, en lugar de decirlo directamente, está exigiendo una cantidad escandalosa para lo que gana su hija", opinó un usuario.
Una situación similar ocurrió con una abuelita de Brasil, quien al jubilarse no se quedó a cuidar a sus nietos como esperaban sus hijos, sino que vendió sus propiedades y se fue a viajar por el mundo. Aquí te contamos su historia.
Notas Relacionadas
1