La stevia es una planta originaria de Paraguay y Brasil que se ha empleado desde hace siglos para endulzar alimentos y postres, tiene una capacidad edulcorante equivalente a 300 veces la del azúcar de caña e incluso llegó a ser utilizada por los guaraníes sus propiedades medicinales.
En la actualidad, existe una tendencia a consumir productos sin azúcar a los que se les agregan edulcorantes como el aspartame, sacarina, acesulfame o sucralosa; los cuales se han relacionado con una ansiedad por el consumo de carbohidratos e incluso con enfermedades crónico degenerativas como la diabetes o el cáncer.
En el caso de la stevia existe una serie de claroscuros en su uso y consumo. Mientras que en Japón lleva más de 50 años utilizándose de manera habitual, en la Unión Europea su utilización se aprobó apenas en el 2011.
Uno de los grandes peros que se oponen a la utilización de la stevia es el hecho que, para extraerla y presentarla de manera comercial, se requiere de procesos de refinamiento muy similares a los requeridos con el azúcar, lo que la aleja de ser un producto 100 por ciento natural.
Sin embargo, puedes hacer tu propio endulzante a base de stevia para que puedas disfrutar de sus beneficios sin el remordimiento que te pueda causar el entregar tu dinero a los grandes productores.
Solamente prepara la infusión con las hojas secas de esta planta -que puedes comprar con tu herbolario de confianza- colócalas en agua caliente por 45 minutos. El jarabe resultante lo puedes guardar en el refrigerador por una semana.
Recuerda que la mejor fuente natural de azúcar son las frutas, puedes preparar agua de fruta natural sin azúcar añadida para acompañar tus alimentos. Al principio puede ser que sientas esa necesidad de agregarla, pero con el tiempo verás que te acostumbras.
