Aunque los ácaros viven en nuestra piel sin causarnos prácticamente ningún daño, se ha demostrado que la acumulación de ácaros -y sus heces- en las almohadas y sábanas de nuestra cama pueden provocar alergias.
Otro lugar en donde se acumulan los ácaros son las alfombras, el polvo acumulado junto con los restos de células muertas que vamos dejando en el camino, crean el ambiente ideal para que los ácaros vivan y se reproduzcan por generaciones enteras.
Aunque los ácaros no pican o muereden, existen cierto tipo de manifestaciones alérgicas en la piel que pudieran parecer pequeñas mordeduras o piquetes. Este tipo de alergias suelen presentarse en diferentes partes del cuerpo, pero es en la cara donde puede empeorar algunos tipos de eccema, irritaciones oculares y en algunos casos desatar reacciones más peligrosas, como cuadros asmáticos.
Aunque existen líquidos que se anuncian como "acaricidas" es común que el remedio resulte peor que la enfermedad. Estos líquidos generalmente contienen agentes químicos que pueden empeorar los cuadros alérgicos y las lesiones en la piel.
¿Cómo puedo eliminar los ácaros sin usar insecticidas?
La Clínica Mayo señala que la mejor forma de controlar estas alergias es reducir la exposición al polvo y por lo tanto a los ácaros que en él habitan. Resulta imposible eliminarlos por completo puesto que son tan pequeños que se pueden esconder en nuestros poros mientras nos bañamos.
La primera recomendación es mantener limpias las sábanas, almohadas y alfombras de las casas.
Lavarlas frecuentemente con agua caliente más de 60 grados centígrados- es un primer paso para reducir la cantidad de partículas de polvo y piel muerta con que se alimentan estos pequeños animales.
Una recomendación al respecto: no sacudas o barras las alfombras, esto sólo logrará que los ácaros acumulados en el fondo de los tejidos de la alfombra vuelen nuevamente hasta ti.
Otra opción es agregar unas gotas de esencia de árbol del té o lavanda al agua de lavado de tus sábanas y fundas. Además de agregar un relajante aroma a tu ropa de cama, lograras deshacerte de la fauna que habita en ellas.
Controla la humedad en tu hogar: los ácaros son felices en ambientes que superan el 50 porciento de humedad, los aires acondicionados y deshumidificadores reducen la cantidad de agua en el ambiente, impidiendo la proliferación de ácaros.
Fundas antiácaros: en el mercado existen fundas para almohada que dificultan la reproducción de los ácaros.
Si no deseas gastar en ellas, te recomendamos espolvorear un poco de bicarbonato mezclado con esencia de lavanda o árbol del té en las almohadas y colchones. Déjalo reposar por una hora y después utiliza la aspiradora para retirarlo.
Si utilizas aspiradora, procura usar bolsas para polvo desechables y cámbialas con regularidad; de nada sirve que utilices la misma bolsa por años y años si los ácaros que aspiras, los vuelves a lanzar al aire.
