Un divorcio suele ser un momento traumático para los hijos, pues además de ver a sus padres separarse, tienen que lidiar con cambiar de casa constantemente.
Con el fin de que la experiencia no afecte en demasía a los menores, algunas exparejas han optado por el método del "anidamiento", donde son ellas los que tienen que turnarse para estar en la que fuera su hogar.
El "birdnesting" surgió como inspiración por el modelo que usan las aves, quienes dejan a sus crías todo el tiempo en sus nidos mientras salen en busca de comida.
Con los divorcios es algo similar, pues los padres se reparten la custodia de sus hijos y en el tiempo que acuerdan que cada uno debe cuidarlos, viven en la casa que compartieron como familia con su niños.
Cuando su tiempo termina se van y dan paso a su expareja para que los cuide.
"Los niños tenían la oportunidad de mantener su casa, la escuela y los amigos como siempre", dijo a la BBC, Niklas Björling un padre que practica el "anidamiento" en Suecia.
Mientras están fuera, los padres deben buscar un lugar para poder vivir, ya sea con algún familiar o rentar o comprar otra casa o departamento, según sus posibilidades económicas.
"La gente se ha vuelto mucho más sabia sobre la necesidad de pensar en el desarrollo de sus hijos", aseguró al mismo medio el abogado Coop Legal Services.
Por el momento el "anidamiento" se practica en países como Suecia, Australia, Países Bajos y Estados Unidos.
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