- 01 de octubre de 2024
Residentes de la colonia Nápoles exigen soluciones inmediatas a las autoridades de la CDMX debido al fuerte olor a químicos en el agua potable
Los residentes de la alcaldía Benito Juárez en la Ciudad de México (CDMX), han mostrado su hartazgo ante la incertidumbre y la falta de acción por parte de las autoridades, ante esto han tomado medidas drásticas para exigir una solución al problema del agua contaminada. El cruce de Insurgentes y Xola, a la altura de la colonia Nápoles, se convirtió en el escenario de una protesta enérgica por parte de los vecinos, quienes demandan respuestas concretas y acciones inmediatas para garantizar la seguridad de su suministro de agua potable, llevando un poco más de 7 horas en esta acción.
Hace un momento los vecinos decidieron levantar el bloqueo para no seguir afectando a la ciudadanía, sin embargo emitieron un claro mensaje, el día de mañana continuaran con el bloqueo a partir de las 11:00 hrs y a las 18:00 hrs harán una conferencia de prensa para comentar lo que esta en sus planes sobre esta situación que los afecta.
La situación se ha vuelto insostenible para los residentes de la colonia Nápoles en la alcaldía Benito Juárez, quienes enfrentan un grave problema de contaminación en el agua potable que llega a sus hogares. Lo que comenzó como un olor desagradable a químicos y gasolina se ha convertido en una preocupación constante por la salud y el bienestar en la zona.
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Hace semanas, algunos vecinos alertaron sobre el fuerte olor y el color turbio del agua que salía de sus grifos, incluso reportaron irritaciones en la piel y malestar general después de utilizarla. Ante estas denuncias, las autoridades iniciaron una investigación para determinar la causa y la magnitud del problema, pero las respuestas tardaron en llegar y la situación no mejoró.
Desesperados por la falta de acción por parte del gobierno capitalino, un grupo de vecinos decidió tomar cartas en el asunto y llevar su reclamo a las calles. El cruce de Insurgentes y Xola se convirtió en el punto de encuentro donde los residentes bloquearon el tráfico vehicular y del Metrobús, exigiendo una intervención inmediata para solucionar el problema de agua contaminada que afecta su calidad de vida.
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A pesar de los reportes iniciales en redes sociales y las persistentes quejas de la comunidad, las autoridades locales negaron la existencia de problemas con el suministro de agua en un principio. Sin embargo, la presión de los vecinos fue tal que finalmente el jefe de Gobierno, Martí Batres, reconoció la presencia de una sustancia contaminante en el agua.
Con el respaldo de esta confirmación, un grupo determinado de vecinos decidió continuar con su protesta hasta obtener verdaderas respuestas por parte de las autoridades. Funcionarios del gobierno capitalino se acercaron para explicar los detalles de la investigación en curso y aseguraron que están verificando todas las posibles fuentes de contaminación, desde obras en la zona hasta la actividad de gasolineras cercanas.
La manifestación, que ya llevaba varias horas en curso, genero caos en la circulación vehicular sobre Insurgentes, afectando también el tránsito del Metrobús. Los vecinos se mantienen firmes en su demanda y habían afirmado que no abandonarían el lugar hasta que el Jefe de Gobierno de la CDMX acudiera personalmente a escuchar sus exigencias y tomar medidas concretas para resolver el problema del agua contaminada en su comunidad.
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