- 20 de septiembre de 2024
En el mundo de la nutrición generalmente se habla de las consecuencias de no beber suficiente agua pero también existen riesgos si se toma mucha. Beber una cantidad extrema de agua puede conducir a un cuadro de hiponatremia cuyas complicaciones pueden resultar fatales.

El agua es el principal componente químico del cuerpo y constituye aproximadamente del 50 por ciento al 70 por ciento del peso corporal. Tu cuerpo depende del agua para sobrevivir.
Cada célula, tejido y órgano de tu cuerpo necesita agua para funcionar correctamente. El agua elimina los desechos a través de la micción, la transpiración y las deposiciones. Mantiene tu temperatura en niveles normales. Lubrica y amortigua las articulaciones. En la sangre ayuda al transporte de nutrientes.
La falta de agua puede provocar deshidratación, una condición que ocurre cuando no tienes suficiente agua en tu cuerpo para llevar a cabo funciones normales. Incluso una deshidratación leve puede agotar tu energía y hacer que te sientas cansado.
Por otro lado, si se toma mucha agua en exceso podría presentarse un cuadro de hiponatremia. Este un padecimiento que tiene que ver con las concentraciones de sodio en la sangre.
El sodio tiene una función fundamental en el cuerpo. Ayuda a mantener una presión arterial normal y es vital en el trabajo de los nervios y músculos, a la vez que regula el equilibrio de líquidos en el cuerpo.
La hiponatremia se produce cuando la concentración de sodio en la sangre es anormalmente baja.
En un cuadro de hiponatremia aguda los niveles de sodio disminuyen rápidamente. Esto da como resultado efectos potencialmente peligrosos, como una rápida inflamación cerebral, que puede provocar un coma y la muerte.
Las personas que beben demasiada agua mientras participan en maratones, ultramaratones, triatlones y otras actividades muy intensas en las que se recorren grandes distancias corren un riesgo mayor de padecer hiponatremia.
Si no sabes cuánta agua debes tomar para ejercitarte o en cualquier otro contexto, tienes que consultar con un profesional de la salud ya que influyen muchas variables como el peso, la edad, el género y la actividad física.