Anís estrella y su potencial neurotóxico

Aunque muchas de las propiedades del anís y el anís estrella son semejantes, es importante hacer aclaraciones sobre este último para evitar riesgos de intoxicación: del anís estrella existen 2 variedades muy semejantes el Chino (illicum verum) y el japonés (illicum anisatum); aunque ambos son potencialmente tóxicos, la variedad japonesa puede resultar letal debido a presencia de anisatina y neoanisatina, compuestos neurotóxicos que pueden provocar convulsiones en las primeras 24 a 48 horas después de su ingesta en incluso la muerte.

Es muy común dar una infusión de anís estrellado a los lactantes para evitar los cólicos; sin embargo, hay que tener especial cuidado con las pequeñas semillas dentro de la vaina en forma de estrella y nunca sobrepasar la dosis de una cucharada sopera por biberón; ni dejarlo macerar por demasiado tiempo ya que las sustancias neurotóxicas se pueden acumular en este proceso.

La infusión de anís estrella se utiliza para mejorar los procesos digestivos; su efecto carminativo es muy similar al producido por el anís común para combatir las flatulencias y el dolor abdominal producido por espasmos intestinales derivados de la gastroenteritis.

En la industria alimenticia, se utiliza para dar sabor a panes y dulces y se puede agregar al agua de cocción de leguminosas y verduras especialmente flatulentos como el brócoli o la calabaza para facilitar la eliminación de gases.

Otras restricciones con el uso del aceite esencial de anís estrella aplican a personas con gastritis, úlceras gastroduodenales, síndrome de intestino irritable, colitis, enfermedad de Crohn, hepatopatías, Parkinson y otras enfermedades neurológicas.

Cuando adquieras anís estrella, procura comprarlo en tiendas naturistas reconocidas y consultar con un herbolario de confianza sobre su uso.