- 13 de septiembre de 2024
Su nombre popular le fue otorgado por los sacerdotes españoles que quedaron asombrados con sus propiedades medicinales y curativas para tratar diversas enfermedades y no solo pa la garganta como decía Celia Cruz

La hoja santa, hierba santa o tlanapaquelite es una planta que llega a medir hasta 3 metros de altura con hojas grandes en forma de corazón y crece en climas cálidos; principalmente en los estados de Hidalgo, Veracruz, Oaxaca y Quintana Roo, donde se prepara una gran variedad de platillos con ella.

Es parte de la familia de quelites u hojas comestibles y se utiliza en la cocina debido a su olor que recuerda un poco al anís con tonos cítricos, es por ello que se usaba en el México antiguo para aromatizar el cacao y en la actualidad se emplea para preparar salsas y moles o para envolver preparaciones como los mixiotes, pescados empapelados y tamales.

Como muchas hojas verdes, la hoja santa posee betacarotenos, flavonoides y vitamina C que mejoran el sistema inmune y sirven para distintos procesos de corporales; algunas de las propiedades que se le atribuyen son la de reducir la inflamación y el dolor estomacal, además, promueve el tránsito intestinal y ayuda contra el estreñimiento. Estas mismas propiedades antinflamatorias ayudan a combatir los dolores musculares y de articulaciones, así como el dolor de cabeza y ataques de asma.

La infusión de hoja santa ayuda con los malestares y congestión nasal provocados por la gripe, además ayuda a reducir la fiebre y ayuda a conciliar el sueño debido a sus efectos relajantes.

Puedes incluirla en tu dieta en forma de infusión, picada en ensaladas, licuada en tu jugo verde o agregarla a tus caldos, carnes y pescados.

Es importante señalar que cualquier padecimiento debe ser consultado con un especialista de la salud y ningún medicamento debe ser sustituido por los remedios naturales; si bien éstos pueden ayudar a mejorar algunas molestias, la dosificación y empleo de plantas medicinales pueden provocar efectos secundarios.
