- 13 de septiembre de 2024
La zarzaparrilla es un arbusto originario de Asia, África y Europa- cuya raíz crece de manera horizontal- y con la cual se elaboraba un refresco que se cree que fue el precursor de los actuales refrescos de cola.
Desde tiempos antiguos se le utiliza para tratar afecciones de la piel como eccema, psoriasis, acné e incluso se le llegó a utilizar para tratar los casos de lepra; su acción antibiótica y antinflamatoria mejoran los síntomas de estas afecciones cutáneas.
De acuerdo con la medicina tradicional, el fruto de esta planta sirve para evitar la retención de líquidos, atenuar la celulitis, reducir la obesidad, controlar la hipertensión, además de aliviar problemas de riñón y vejiga.
La infusión hecha con los frutos de la zarzaparrilla también es un tónico con propiedades parecidas a las del café. Se cuenta que, durante la conquista, los españoles que intentaban capturar a Atahualpa lograron resistir una larga batalla gracias a la ingesta accidental de las bayas de zarzaparrilla.
Algunos estudios científicos realizados en Australia, han encontrado un alto contenido de furostanol, sustancia que inhibe la reproducción de las células cancerosas, por lo que ofrece prometedores resultados en la prevención de algunos tipos de cáncer.
En algunos países de América Latina se le atribuyen propiedades afrodisiacas y también se ha empleado como tratamiento alternativo para mejorar los trastornos de la menopausia.
Las propiedades diuréticas y diaforéticas de la zarzaparrilla promueven la excreción de toxinas a través de la orina y el sudor, por lo que puede utilizarse para prevenir la insuficiencia renal, piedras en los riñones y el exceso de ácido úrico también conocido como gota.
Esta planta aumenta la capacidad del organismo para absorber otros compuestos medicinales de origen vegetal y actúa haciendo sinergia debido a los altos niveles de saponinas presentes. Esta misma sustancia evita que la planta sea invadida por hongos y algunos tipos de plagas.
Se deben evitar los tratamientos prolongados con zarzaparrilla debido precisamente a las saponinas presentes en su composición, que pueden provocar daños a los riñones; siempre se debe consultar a los expertos de la salud antes de iniciar con el consumo de cualquier tratamiento naturista o alternativo.