- 13 de septiembre de 2024
El origen de las fresas se encuentra tanto en América como en Europa; las fresas silvestres, mucho más pequeñas y fragantes que las actuales, se consumían desde la antigüedad, tanto en los territorios de lo que ahora es Chile, como en la antigua Roma.

Las fresas son una de las frutas favoritas de los mexicanos, aquí te contamos un poco más acerca de su historia.
El origen de las fresas se encuentra tanto en América como en Europa; las fresas silvestres, mucho más pequeñas y fragantes que las actuales, se consumían desde la antigüedad, tanto en los territorios de lo que ahora es Chile, como en la antigua Roma.
Fue en el siglo XVIII que se comienzan combinar los fresones americanos con los europeos dando lugar a la "fragaria virginiana" que consumimos en la actualidad.

La fresa no solamente es vistosa; su brillante color rojo, su delicado aroma y sabor la han convertido en una de las frutillas favoritas de chicos y grandes.
Tan solo en México se producen cerca de 205 millones de toneladas, lo que significa un 14.8 por ciento de la producción mundial.

En la actualidad podemos encontrar fresas durante todo el año, sin embargo, se considera una fruta cuya temporada comienza en primavera y concluye en el otoño.

Esta fruta es considerada la más rica en hierro y magnesio, junto con la frambuesa y la grosella, que son indispensable para la creación de los glóbulos rojos que transportan oxígeno al cuerpo y el desarrollo de los músculos, así como el buen funcionamiento del corazón.

Con tan solo comer 200 gramos de fresas, se cubre más del 200 por ciento de las necesidades diarias de vitamina C, un tercio de la vitamina K y un sexto del ácido fólico que requiere nuestro cuerpo para mantener nuestro sistema inmune trabajando adecuadamente.

Sus propiedades alcalinizantes facilitan la eliminación del ácido úrico, y la presencia de ácido salicílico (si el mismo de las aspirinas) tiene un efecto antiinflamatorio que ayuda a mejorar este padecimiento.

Universidades españolas e italianas recomiendan comer 500g de fresas para reducir los niveles de colesterol malo (LDL) y los triglicéridos; estos efectos se deben al contenido de antocianinas que le dan su característoco color rojo a este fruto del bosque.

Se considera una fruta apta para el consumo de personas que padecen diabetes ya que su aporte de azúcares es bajo y de tipo "levulosa"; también previene las alteraciones hepáticas y el cáncer debido a su aporte de silicio y antioxidantes.

Personas con alergia a la aspirina o con problemas de coagulación de la sangre deberán considerar preguntarle a su médico de cabecera las porciones adecuadas de esta fruta para evitar riesgos a su salud.