- 05 de diciembre de 2025
El feminicidio de Maritza Espino derivó en la activación de Alertas Amber nacionales para encontrar a sus hijas.

La violencia que Maritza Espino Ponce intentó dejar atrás terminó alcanzándola de la forma más brutal. Tenía 28 años, dos hijas pequeñas y un historial de denuncias por agresiones que, según su familia, nunca se tradujeron en una protección real.
Su cuerpo fue localizado sin vida dentro de un tambo, mientras que sus hijas —Sofía Camila, de seis años, y Maritza Natalia, de cuatro— continúan desaparecidas y lejos de su familia.
El caso ha sacudido a Uruapan y vuelve a exponer la fragilidad de los mecanismos de protección para mujeres víctimas de violencia de género, especialmente cuando hay niñas y niños involucrados.

El cuerpo de Maritza y la herida que sigue abierta
Peritos de la Fiscalía General del Estado de Michoacán localizaron el cuerpo de Maritza dentro de un tambo de plástico abandonado en un canal cercano al Río Grande de la Ciénega. La joven había sido reportada como desaparecida días antes y la escena confirmó los temores de su familia: se trataba de un feminicidio.
Sin embargo, la tragedia no terminó ahí. Las hijas de Maritza no se encontraban en el lugar y, hasta ahora, no existe información clara sobre su paradero, a pesar de que se activaron fichas de Alerta Amber a nivel nacional.

El principal sospechoso: su expareja y padre de las niñas
Para la familia, no hay dudas sobre quién es el responsable. Señalan directamente a Luis Felipe D. G., expareja de Maritza y padre de las menores, como el presunto feminicida y autor de la sustracción de las niñas.
Diana Espino, hermana de la víctima, ha denunciado públicamente que Luis Felipe fue quien sacó a las menores de la escuela y las utilizó para obligar a Maritza a regresar con él. En su testimonio relata el momento en que la violencia escaló a una amenaza directa contra las niñas:
"Luis Felipe Duarte Gómez le hizo una videollamada diciéndole que tenía a las niñas y que estaba apuntándole con un arma en la cabeza a la mayor que es Sofía Camila y le dijo que si no volvía con ellos, que les iba a hacer daño a las niñas. Mi hermana se asustó, le marcó a mi tía, mi tía le dijo ´espérame, no vayas sola, espera que yo vaya contigo´, y ese fue el último mensaje que tuvo mi tía con mi hermana, de ahí no supimos nada".
Después de esa llamada, Maritza volvió al domicilio donde vivía con él. Desde ese momento, la familia perdió todo contacto.
Denuncias previas y una separación que nunca pudo concretarse
El entorno de Maritza asegura que ella llevaba meses intentando romper el vínculo con su agresor. Había denunciado violencia física, psicológica y económica, e incluso tramitaba medidas de protección que, según Diana, nunca se materializaron.
Días antes de su desaparición, Maritza informó a su familia que quería divorciarse. A partir de ese momento comenzaron las amenazas, la presión y, finalmente, la retención de las niñas como forma de control.
Para sus allegados, el feminicidio no fue un hecho aislado, sino el desenlace de una cadena de violencias que no fue atendida a tiempo por las autoridades.

Dos niñas desaparecidas y una búsqueda cuestionada
Aunque la Fiscalía de Michoacán confirmó que Luis Felipe es investigado por feminicidio y desaparición, la familia sostiene que la búsqueda ha sido lenta y sin acciones contundentes para localizarlo. A esto se suma un elemento que incrementa la preocupación: el hombre cuenta con ciudadanía mexicoestadounidense.
De acuerdo con sus familiares, él habría amenazado con llevarse a las niñas a Estados Unidos, lo que abre la posibilidad de un traslado fuera del país y complica aún más su localización.
Mientras tanto, la vivienda donde Maritza vivía con sus hijas permanece asegurada por la Policía Municipal, y peritos continúan analizando indicios que confirman que la joven estuvo ahí antes de ser asesinada.
La exigencia de justicia y la búsqueda que no se detiene
La familia de Maritza enfrenta una doble tragedia: despedir a una joven madre asesinada y no saber dónde están sus hijas. Denuncian falta de información clara por parte de las autoridades y temen que el paso del tiempo juegue en contra de la localización de las menores.
Por ello, han pedido apoyo a la ciudadanía para compartir las fichas de búsqueda y aportar cualquier información de manera anónima. Colectivos y habitantes de Uruapan también se mantienen atentos, conscientes de que cada hora cuenta.
Síguenos en WHATSAPP y suscríbete a nuestro NEWSLETTER para continuar siempre informado.
Notas Relacionadas
1
2






