- 16 de octubre de 2025
La estudiante Diana Jael murió ahogada en Poza Rica durante la inundación. Su muerte expone negligencias, fallas en protocolos y omisiones institucionales.

Durante la madrugada del 10 de octubre de 2025, inundaciones provocadas por lluvias torrenciales y el desbordamiento del río Cazones afectaron barrios completos en la colonia Morelos, Poza Rica, Veracruz. En medio de ese desastre, Diana Jael Cuervo Santos, estudiante de Psicología de la Universidad Veracruzana (UV), quedó atrapada en la pensión donde vivía y perdió la vida ahogada.
La versión predominante indica que su cuarto se inundó rápidamente, alcanzándose niveles que cubrieron techos y provocando una imposibilidad de escape para la joven. Su muerte ha sido señalada como símbolo de vulnerabilidad para estudiantes foráneos y de fallas en medidas de protección civil y protocolos universitarios.
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La Pensión Turquesa y la acusación contra los caseros
La vivienda rentada por Diana, conocida como Pensión Turquesa, estaba ubicada en la calle José Martí. Era considerada una de las más visibles en la zona turística estudiantil cercana al campus universitario.
Testimonios y reportes mediáticos revelan que durante el avance de la inundación, la puerta principal estaba cerrada con llave, lo que impidió que la estudiante huyera. Según uno de sus compañeros universitarios:
“A Diana la dejaron encerrada, los caseros trancaron el portón y no avisaron a los estudiantes… prefirieron salvarse ellos”, afirmó Miguel Cruz, en entrevista con Radio fórmula.

La diferencia entre un lugar de alojamiento estudiantil y una trampa mortal se construyó, al menos según denuncias, con el simple acto de cerrar una puerta bajo llave en momentos críticos. Los caseros habrían omitido alertar a los ocupantes, priorizando su propia seguridad.
Dentro de la casa quedaron objetos cubiertos de lodo: un colchón individual, un ropero de madera, un escritorio, un ventilador y una chancla con estampado de vaquita, símbolos silenciosos del desastre. En la cocina se descubrieron huellas en las cortinas, posiblemente indicios de un intento desesperado de escape.
El hallazgo del cuerpo y el luto
Alrededor de las 8:00 de la mañana, al no recibir respuesta de Diana, familiares activaron la búsqueda. El cuerpo de Diana fue hallado entre sus pertenencias flotantes dentro de su cuarto inundado. Fue trasladado a un Oxxo del bulevar Lázaro Cárdenas, donde su padre confirmó su identidad.
El descubrimiento del cadáver desencadenó dolor, indignación e interrogantes entre la comunidad universitaria y en la sociedad.
Carlos Eduardo Baltazar Ramírez, novio de Diana y estudiante de Ingeniería Mecatrónica en el Instituto Tecnológico Superior de Poza Rica, también murió durante la emergencia.
De acuerdo con testigos, el joven intentó llegar hasta la vivienda de su pareja para auxiliarla, pero fue arrastrado por la corriente en la misma colonia. Ambos eran originarios del municipio de Tamiahua.
¿Quién era Diana Jael?
Oriunda de Tamiahua, Diana Jael dejó su municipio para estudiar en Poza Rica con el objetivo de convertirse en psicóloga. Sus compañeros la recuerdan como una joven amable, comprometida y con vocación de servicio, contribuyendo al bienestar del entorno.
“Diana era de quinto semestre, una persona sumamente dulce, amable y llena de vida. Siempre dispuesta a apoyar a los otros, siempre interesada en participar en eventos para alegrar a los demás, una chica sumamente dulce. Todos vamos a extrañarte mi niña”.
Ella habitaba la Pensión Turquesa, una vivienda cercana a la facultad donde estudiaba, confiada en que ese entorno le permitiría continuar su formación lejos de casa.

Desaparecidos, cifras y discrepancias institucionales
Tras los sucesos, surgió una intensa polémica por la cantidad de estudiantes no localizados durante las inundaciones. Algunos familiares y alumnos reportaron hasta 192 personas desaparecidas en Poza Rica y alrededores.
La Universidad Veracruzana negó dicha cifra. El rector Martín Aguilar Sánchez sostuvo que brigadas internas habían verificado el paradero de estudiantes foráneos, especialmente en la colonia Morelos, y que los datos reales no correspondían a los reportes virales.
La discrepancia generó críticas de la comunidad estudiantil, que apuntó falta de información clara, canales de emergencia y protocolos previos.
Las cifras oficiales emitidas por el Gobierno de México indican que, al 14 de octubre, en los estados afectados por las lluvias (Veracruz, Puebla, Hidalgo, San Luis Potosí, Querétaro), se registraban 66 muertos y 75 desaparecidos. En Veracruz, específicamente, había 30 fallecidos y 18 desaparecidos, con 40 municipios afectados y 52 refugios activos, abarcando casi 4 mil personas.
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Reacción estudiantil y paro en la Universidad Veracruzana
Tras el suceso, estudiantes de numerosos campus iniciaron paros y protestas exigiendo justicia, transparencia y reformas institucionales:
- Suspensión de actividades inmediatas cuando haya pronósticos de riesgo.
- Protocolos claros para desalojo y comunicación eficiente a estudiantes foráneos.
- Indemnizaciones y apoyo psicológico a afectados.
- Auditoría y supervisión de pensiones y residencias estudiantiles.
Se han colocado altares, veladoras y pancartas con lemas como “No fue tragedia, fue negligencia”. En la UV región Poza Rica, múltiples facultades se sumaron al paro activo, motivados por la indignación y el reclamo de que la muerte de Diana no quede como una estadística sin consecuencias.

En sus redes sociales, la Universidad Veracruzana dio el pésame por la muerte de Diana Jael, pero la publicación se plagó de comentarios negativos y quejas contra la institución:
- “Es una falta de respeto que ahora den el pésame cuando no tomaron las medidas necesarias para evitar esta tragedia, mandando mensajes de suspensión de clases a las 11pm o 12am. Qué esperaban que hicieran los estudiantes foráneos, deberían tener tantita pena tanto el Rector Martin Aguilar Sánchez, la Vicerrectora Liliana Cuervo López y claro la directora Isnarda Cruz Casanova, no es algo nuevo para Poza Rica las inundaciones y aun asi no le dieron la importancia debida”.
- “Espero que después de esto la institución analice sus lineamientos si realmente es más importante que los chicos asistan a clases o se resguarden con sus familias porque esto se pudo evitar”.
- “La UV también es responsable, hasta altas horas de la noche confirmaban suspensiones ya que como son autónomos no hacían caso a lo que emitiera protección civil, gente que es foránea y no tienen familiares aquí quedaron atrapados. Ahí está el resultado de su autonomía”.
- “Me tocó ver justo cuando sus padres llegaron a su depa buscándola y la encontraron sin vida al interior justo enfrente donde llegué a rescatar a mis hijos, también estudiantes. Fue desgarrador escucharlo gritar desconsolado y tratar de recuperar su cuerpo, como padre sentí una frustración por la impotencia de no poder hacer nada. Mi hijo me llamó a las 6:30 am para avisarme que ya estaba en la azotea del segundo piso y se tuvo que quedar ayer porque hoy tenía que presentarse a la escuela”.
La tragedia de Diana Jael evidencia que, en materia de emergencias, los más vulnerables suelen pagar el precio de la negligencia.

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