- 19 de agosto de 2025
La madre de Sheyla denunció que sufría violencia física y psicológica.

La desaparición y posterior hallazgo sin vida de Sheyla Gutiérrez, una joven peruana que se mudó a California junto a su familia en 2023, ha desatado indignación y reclamos de justicia.
Su caso, marcado por denuncias de violencia doméstica, hoy tiene como principal sospechoso a su esposo, Josimar Cabrera, luego de que un video de cámaras de seguridad lo mostrara cargando un bulto sospechoso la misma noche en que Sheyla desapareció.

El día que desapareció Sheyla
El 9 de agosto fue la última vez que se supo de la joven. De acuerdo con la familia, Sheyla había decidido denunciar a su esposo por agresiones físicas y psicológicas.
Horas antes de desaparecer, llamó a su madre, Helga Rosillo, para contarle sus planes. "No dijo nada, pero la miró con una expresión feroz", relató Rosillo, quien también aseguró que escuchó a Josimar decir: "No presentes una denuncia me harás daño".
Tras ese encuentro, cámaras de seguridad captaron a Josimar caminando por el exterior de la vivienda con un gran bulto envuelto en sábanas, que cargaba con dificultad. Ese material, que ahora circula como evidencia, ha levantado serias sospechas sobre su participación en el crimen.
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El hallazgo del cuerpo y contradicciones
Una semana después de su desaparición, Sheyla fue encontrada sin vida en un paraje de California. En paralelo, su esposo viajó a Perú con sus tres hijos, descartando que ellos estuvieran involucrados. Sin embargo, al arribar a Lima, Josimar fue detenido tras la denuncia presentada por el Ministerio de la Mujer, que calificó el caso como un crimen de género. Horas más tarde fue liberado por falta de pruebas.
La liberación del sospechoso ha encendido aún más la indignación de la familia Gutiérrez. "No puede ser posible que él esté libre. Y él lo negaba. Miren cómo han encontrado el cuerpo de mi sobrina, de mi ahijada", expresó una de las tías de la víctima al enterarse de la decisión judicial.
Violencia previa al crimen
De acuerdo con su madre, Sheyla vivía bajo un ciclo de agresiones. "Ella me contaba que Josimar le pegaba, maltrataba y también le pegó a uno de mis nietos, le tiró una cachetada", relató Helga Rosillo.
El video en el que se ve a Josimar Cabrera cargando un bulto tras discutir con Sheyla podría convertirse en la pieza clave de la investigación. Para la familia, ese registro demuestra que el esposo sabía lo que había ocurrido y que mintió al asegurar que Migración se había llevado a la joven.
La justicia estadounidense mantiene abierta la investigación, mientras en Perú el caso es seguido con atención por autoridades y colectivos que lo señalan como un nuevo feminicidio que no debe quedar impune.
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