- 05 de octubre de 2025
Del carisma de Mario Moreno a la ambición política de Verástegui y Cuauhtémoc Blanco, varias celebridades han estado cerca de la presidencia.

La historia política mexicana está llena de episodios curiosos, pero pocos resultan sorprendentes como el de aquel de 1982, cuando Mario Moreno "Cantinflas", el comediante más querido del país, fue considerado como posible candidato a la Presidencia de la República.
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El actor, famoso por su estilo único de humor y por representar al "peladito" mexicano con ingenio y sensibilidad social, gozaba de una enorme popularidad entre la ciudadanía. Su prestigio iba más allá de los escenarios: había ganado un Premio Ariel de Oro y un Globo de Oro, consolidándose como una figura internacional.
Ese año, en medio del proceso de selección de candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), se realizó una encuesta abierta con la pregunta:
"Si usted siente que otra persona, fuera del gabinete, debería ser Presidente de la República (1982-1988), indique su nombre."
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Para sorpresa de muchos, el nombre de Cantinflas apareció entre los favoritos, superando incluso a políticos experimentados como Jorge Díaz Serrano, entonces exdirector de Pemex, y Javier García Paniagua, ex titular de la Dirección Federal de Seguridad.

Aunque nunca se concretó una postulación formal, el hecho dejó claro el gran cariño que el público tenía en el actor, al punto de imaginarlo como presidente. Fue un reflejo del poder de las figuras públicas en la opinión popular, mucho antes de que las redes sociales amplificaran ese fenómeno.
Eduardo Verástegui: del espectáculo al activismo político
Décadas después, Eduardo Verástegui, actor, productor y cantante, decidió dar un paso firme hacia la política. En 2023, acudió al Instituto Nacional Electoral (INE) para registrarse como aspirante independiente a la Presidencia de México rumbo a las elecciones de 2024.
Verástegui declaró que su decisión nació del "hartazgo de los mismos políticos de siempre" y de su deseo por "luchar por la libertad y los valores". Aunque su candidatura independiente no prosperó, el intento reflejó una tendencia creciente: celebridades que buscan transformar su fama en influencia política.

Cuauhtémoc Blanco: del fútbol al gobierno
Otro caso emblemático es el de Cuauhtémoc Blanco, ídolo del fútbol mexicano. Tras su retiro de las canchas, incursionó en la política y logró convertirse en alcalde de Cuernavaca, para luego asumir el cargo de gobernador de Morelos.
En años recientes, Blanco ha expresado su interés por competir por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, consolidando su carrera política más allá del deporte.
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Irma Serrano "La Tigresa": la actriz que rugió en el Congreso
La irreverente y polémica Irma Serrano, conocida como "La Tigresa", también tuvo una destacada incursión política. En 1998, fue diputada federal por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y más tarde senadora por Chiapas. Su estilo directo y su fama la convirtieron en una de las figuras más mediáticas del Congreso en su momento.

Raúl "El Ratón" Macías: del ring a la política
El boxeador Raúl Macías, ídolo deportivo de los años cincuenta, también tuvo un paso por la política. Se unió al PRI como diputado federal suplente y más tarde se desempeñó como secretario del Deporte del Departamento del Distrito Federal (DDF), antes de que desapareciera en 1997.

Desde "Cantinflas" hasta Verástegui y Blanco, la historia demuestra que la política mexicana y el mundo del espectáculo han estado estrechamente ligados. La admiración popular, la cercanía con la gente y el carisma son cualidades que, en más de una ocasión, han llevado a las celebridades a rozar el poder presidencial.
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