- 26 de septiembre de 2025
Tras una carrera destacada en México y MLB, Óscar Gerardo Rivera cometió un crimen que conmocionó al país.

Óscar Gerardo Rivera, reconocido como uno de los grandes peloteros del béisbol mexicano, será recordado no solo por sus logros en el deporte, sino también por un crimen que dejó consternado al país.
Rivera fue el único jugador en lograr un juego perfecto en la historia del béisbol nacional y tuvo participación en las Grandes Ligas con los Dodgers de Los Ángeles, hechos que lo hicieron merecedor de un lugar en el museo nacional de las leyendas del Rey de los Deportes.
Sin embargo, en 2023, la vida de Rivera dio un giro trágico: asesinó a su esposa y a su suegra en el departamento donde vivía en la Ciudad de México, y posteriormente se suicidó. El caso se convirtió en uno de los más polémicos en el ámbito deportivo y social de los últimos años.

La noche del feminicidio
Pamela Rivera Zataráin, hija de Óscar Gerardo, reveló detalles del suceso durante el podcast pepe&chema. Contó que la salud mental de su padre se deterioró tras una lesión que lo retiró del béisbol profesional, lo que lo llevó a una vida marcada por excesos de alcohol y drogas, conflictos familiares y episodios de violencia doméstica.
Estos problemas derivaron en constantes crisis matrimoniales, celos con su pareja y distanciamiento familiar, que culminaron en la tragedia. Según Pamela, su padre disparó contra su esposa, golpeó a su suegra y finalmente se disparó antes de la llegada de la policía.

Cómo sobrevivieron las hijas de Rivera
Ese día, Pamela escuchó ruidos y gritos desde su habitación. Al salir, encontró a su abuela tirada en el piso, ya sin vida, y tras múltiples intentos de comunicarse con sus padres, recibió solo mensajes confusos de su padre.
El personal de vigilancia del edificio acudió para resguardarla a ella y a su hermana en la caseta, mientras intentaba contener a Rivera. Poco después llegaron las autoridades, que ingresaron por la fuerza al departamento y confirmaron el hallazgo de los cuerpos. Rivera fue trasladado a un hospital, donde falleció días después por la herida de bala autoinfligida.
Pamela detalló que su padre se aseguró de coordinar a familiares y personal de vigilancia antes de cometer los crímenes, para mantener a las niñas alejadas de la escena del delito.

Una vida marcada por la tragedia
La historia de Óscar Gerardo Rivera es un recordatorio de que los logros deportivos no siempre reflejan la vida personal de los atletas. Detrás de sus récords y reconocimientos, existieron problemas de salud mental no atendidos, conflictos familiares y comportamientos violentos que terminaron en un desenlace fatal.
El caso ha generado un debate en torno a la prevención de la violencia familiar, la salud mental de los deportistas y la responsabilidad social en entornos de riesgo, dejando una marca imborrable tanto en el béisbol como en la sociedad mexicana.
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