- 27 de septiembre de 2025
CJNG y Cártel de Sinaloa usan IA para extorsiones, fraudes y lavado de dinero, reduciendo costos y riesgos.

La inteligencia artificial (IA), vista como un motor de innovación y eficiencia en múltiples industrias, también ha sido adoptada por los grupos criminales más poderosos de México. El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa, encabezados por Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, y por las facciones de Los Chapitos, han encontrado en esta tecnología no solo una herramienta de apoyo, sino un verdadero catalizador para sofisticar sus operaciones ilícitas.
Un estudio realizado por el investigador de la UNAM, Juan Manuel Aguilar Antonio, en colaboración con el programa europeo PACCTO 2.0, advierte que estas organizaciones han comenzado a trasladar buena parte de su actividad criminal al ámbito digital.

El trabajo, titulado El uso de la inteligencia artificial por redes criminales de alto riesgo y publicado el pasado 5 de septiembre, describe cómo los cárteles han incorporado sistemas algorítmicos para reforzar su estructura operativa, perfeccionar sus esquemas de lavado de dinero y reducir riesgos humanos en actividades como la extorsión o el tráfico de drogas.
Según Aguilar Antonio, "la inteligencia artificial no reemplaza el liderazgo dentro de organizaciones criminales; lo codifica, lo escala algorítmicamente y lo extiende a ámbitos donde la presencia física ya no es necesaria". En otras palabras, la IA no sustituye al jefe ni a los brazos armados, pero sí amplifica su poder, convirtiéndose en un recurso capaz de multiplicar amenazas y generar nuevas formas de control social.
Una violencia reconfigurada
El estudio subraya que esta transición digital no significa que los cárteles abandonen la violencia tradicional. Al contrario, la refuerzan desde otro frente: ahora ya no se trata únicamente de imponerse con armas y enfrentamientos, sino de desplegar campañas de miedo y manipulación digital.
Secuestros simulados, clonación de voces y videos falsos son parte del repertorio que alimenta la intimidación. La credibilidad de estas amenazas es tan alta que muchas víctimas caen sin necesidad de un contacto físico, lo que reduce riesgos para los criminales y aumenta la efectividad de la extorsión.
Esta nueva modalidad permite a los cárteles generar control territorial y psicológico más allá de los límites físicos. Hoy, el poder de un grupo criminal puede sentirse en un celular, en una cuenta bancaria vaciada con ingeniería social o en un video manipulado que circula en redes sociales.

Cómo opera el CJNG
El Cártel Jalisco Nueva Generación ha hecho de la IA un motor para ampliar sus esquemas de extorsión. Mediante el uso de voz clonada y bots conversacionales, el CJNG ha logrado automatizar llamadas intimidatorias y simulaciones de secuestros. En algunos casos, las víctimas reciben audios con las voces falsificadas de familiares, lo que facilita la manipulación emocional y acelera el pago de "rescates" inexistentes.
Otra estrategia señalada en la investigación son los fraudes sentimentales. A través de perfiles falsos en redes sociales y el uso de algoritmos que analizan las vulnerabilidades emocionales de las víctimas, los criminales establecen relaciones románticas ficticias que, con el tiempo, se convierten en un mecanismo para extraer dinero o información sensible.

El arsenal digital de Sinaloa
Por su parte, el Cártel de Sinaloa ha diversificado su arsenal digital con mayor énfasis en la manipulación de identidades. Sus células han desplegado campañas de smishing, es decir, engaños mediante mensajes de texto que simulan provenir de instituciones bancarias o gubernamentales. Con estos mensajes buscan obtener datos personales, contraseñas o información financiera.
Además, recurren a los deepfakes: imágenes, audios o videos falsificados mediante IA que pueden suplantar a funcionarios, empresarios o familiares de las víctimas. Estas falsificaciones, combinadas con traducción automática y geolocalización algorítmica, potencian las estafas y amplían la red de víctimas en distintos países. De esta forma, el cártel no solo fortalece sus finanzas, sino que también perfecciona su capacidad de engaño y control.

Una lógica instrumental
El investigador de la UNAM enfatiza que el uso de la inteligencia artificial por parte de los cárteles no responde a ideologías ni a discursos políticos. Es, en su totalidad, una lógica instrumental orientada a "maximizar la eficiencia criminal y minimizar la exposición organizacional". En otras palabras, buscan cometer más delitos en menos tiempo y con menor riesgo.
Ese mismo pragmatismo se observa en el uso de criptomonedas. La IA se convierte en un puente para transferir fondos obtenidos por extorsiones o fraudes sin necesidad de intermediarios tradicionales, lo que dificulta el rastreo de las operaciones financieras y otorga mayor discreción a los grupos criminales.

Más allá de los cárteles
El estudio concluye que este fenómeno no es exclusivo de las organizaciones mexicanas. Redes criminales internacionales, grupos paramilitares, pandillas carcelarias e incluso actores estatales han comenzado a utilizar tecnologías algorítmicas para optimizar sus actividades. El objetivo común es ampliar la manipulación simbólica, segmentar con precisión a sus víctimas y perfeccionar la evasión de las fuerzas del orden.
En este sentido, la inteligencia artificial se convierte en un nuevo campo de batalla. Así como impulsa avances en la medicina, la educación o la industria, también es explotada por quienes buscan consolidar el poder del crimen organizado. En manos de los cárteles, la IA ya no es solo una herramienta tecnológica: es un arma silenciosa que extiende la sombra de la violencia mexicana hacia el espacio digital.
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