- 24 de mayo de 2025
El feminicidio de Mary Andreína Farías, una mujer venezolana de 31 años residente en Perú, ha generado una ola de indignación por la brutalidad de los hechos.

El 14 de mayo comenzó como un día normal para Mary Andreína Farías, una mujer venezolana de 31 años, madre de cinco hijos y residente en el distrito costero de San Bartolo, en Lima, Perú. Había solicitado la instalación de un servicio de internet. Sin embargo, lo que parecía un trámite cotidiano terminó en una tragedia que ha generado conmoción, protestas y exigencias de justicia.
Andreína fue atropellada brutalmente por una camioneta. Los principales sospechosos son dos técnicos de la empresa PC Telecom, contratista de Claro Perú, quienes habrían sido los últimos en verla con vida y los responsables del crimen. Según reportes preliminares, la joven no solo fue arrollada; también habría sido víctima de agresión sexual.
¿Cómo ocurrieron los hechos?
De acuerdo con medios locales, los dos técnicos llegaron a casa de Andreína alrededor de las 9:00 de la mañana para realizar la instalación del servicio. Pero no se marcharon hasta las 10:30 de la noche. Esa permanencia inusualmente larga levantó sospechas. Otras versiones sugieren que los trabajadores se retiraron después de completar su labor, pero regresaron más tarde, momento en que se desató un altercado con la mujer.
Las cámaras de seguridad del vecindario captaron a Andreína a las 10:51 p.m. enfrentando a los técnicos y gritando: "Te voy a denunciar". En un intento desesperado por impedir que huyeran, se subió al cofre del vehículo. Los hombres arrancaron la camioneta con ella encima, y metros más adelante cayó al asfalto y fue arrollada. El video es ahora parte clave de la investigación.
Migrante, madre y víctima
Andreína había llegado a Perú hacía cinco años. Comenzó como lavaplatos en un restaurante y logró ascender a ayudante de cocina. Todo su esfuerzo estaba dirigido a un objetivo: enviar dinero a Venezuela para mantener a sus hijos. Era una mujer luchadora, como la han descrito amigos y vecinos, quienes el fin de semana posterior al crimen se manifestaron frente a la Municipalidad de San Bartolo para exigir justicia.
"Ella era una madre trabajadora, no se metía con nadie. Esto no puede quedar impune", expresó una de sus amigas en medio de la protesta que también visibilizó la vulnerabilidad de las mujeres migrantes en contextos precarios.
Una investigación en curso
La Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Lurín ha iniciado diligencias preliminares para esclarecer los hechos. La Policía Nacional del Perú ya identificó a los dos técnicos presuntamente involucrados, quienes fueron separados de sus cargos.
Mientras tanto, la indignación crece. Claro Perú emitió un comunicado condenando el hecho y aclarando que los sospechosos no pertenecen directamente a su plantilla, sino a una empresa subcontratada. "Rechazamos cualquier acto de violencia o conducta inapropiada por parte de personal vinculado a nuestros servicios", declaró la compañía.
A la espera de respuestas
Aunque las imágenes de video y las declaraciones apuntan a una agresión intencional, la clave será el resultado del informe forense, que deberá confirmar si Andreína también fue víctima de violencia sexual, como han sugerido varios reportes iniciales.
El caso de Andreína Farías no solo ha revelado un acto atroz, también ha dejado al descubierto la falta de protocolos de seguridad y supervisión en las empresas que operan con contratistas. Y, sobre todo, ha expuesto una realidad dolorosa: en muchas ocasiones, la violencia contra las mujeres ocurre en los espacios más cotidianos, incluso dentro del hogar.
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