- 16 de mayo de 2025
Más de 800 asistentes, bebidas de dudosa procedencia y jóvenes inconscientes en la vía pública marcaron una noche caótica en la alcaldía Cuauhtémoc.

Una fiesta clandestina con más de 800 jóvenes terminó en caos la tarde de este viernes en la colonia Guerrero, en la Ciudad de México (CDMX). El evento, realizado sin permisos en un inmueble de la calle Magnolia, dejó al menos cinco personas intoxicadas, algunas fueron encontradas inconscientes en la vía pública, y provocó la detención del supuesto propietario del lugar.
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La presencia masiva de adolescentes, bebidas alcohólicas ilegales y el colapso de la seguridad movilizaron a cuerpos de emergencia y desataron escenas de tensión entre padres de familia y autoridades.
Vecinos de la colonia Guerrero alertaron a las autoridades por una fiesta descontrolada en un domicilio ubicado en la calle Magnolia número 174. De acuerdo con los reportes, más de 800 jóvenes, en su mayoría menores de edad, se reunieron en el inmueble para asistir a un evento sin autorización, donde abundaban las bebidas alcohólicas y la música a alto volumen.
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La situación escaló rápidamente cuando servicios de emergencia encontraron a varios jóvenes inconscientes en la vía pública, lo que llevó a un fuerte despliegue de patrullas, paramédicos y elementos de Protección Civil. La alcaldesa Alessandra Rojo de la Vega confirmó en redes sociales que gracias a las múltiples llamadas de vecinos, se pudo evitar una tragedia mayor.
Cinco intoxicados y un detenido
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México, paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) y personal de Protección Civil brindaron atención médica a cinco jóvenes, entre ellos tres mujeres y un hombre, quienes presentaban síntomas claros de intoxicación etílica.
Una de las afectadas, una adolescente de 16 años, tuvo que ser trasladada a un hospital para recibir atención especializada, mientras que los demás fueron estabilizados en el lugar. El estado de salud de los jóvenes se reportó fuera de peligro, pero generó preocupación entre los padres que llegaron alarmados a buscar a sus hijos.
En tanto, un hombre de 51 años, que dijo ser el dueño del inmueble donde se desarrollaba la fiesta, fue arrestado y puesto a disposición del Ministerio Público para determinar su situación legal. Las autoridades investigan si este lugar ha sido utilizado previamente para eventos ilegales.
"No podíamos ni respirar"
Un joven que asistió a la fiesta declaró que el lugar estaba completamente saturado y sin ventilación, lo que provocó momentos de desesperación entre los asistentes.
"Había demasiada gente, mucho calor, no podíamos ni respirar. Para entrar solo te pedían una pulsera, no había control ni identificación", relató.
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El testimonio también reveló que había venta libre de alcohol, como cerveza y bebidas preparadas conocidas como "azulitos", presuntamente de origen dudoso. "Quién sabe de dónde sacaban eso, pero todos estaban tomando", añadió el joven.
A medida que la noticia se difundía, decenas de padres de familia comenzaron a llegar al lugar para buscar a sus hijos. Muchos denunciaron que no podían acceder al inmueble, lo que provocó momentos de tensión con los elementos de seguridad.
Algunos jóvenes se negaban a abandonar el lugar, ya que no podían recuperar sus mochilas ni pertenencias, lo que derivó en un conato de riña con los policías. Las fuerzas del orden tuvieron que contener a los asistentes y resguardar el perímetro para evitar más incidentes.
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