Gomita revela detalles sobre la brutal violencia que vivió con su papá: "me agarraba a patadas"

Araceli Ordaz, conocida como Gomita, abrió su corazón y compartió detalles impactantes sobre su difícil pasado en una entrevista con el youtuber UnTalFredo. En un relato sincero, Gomita reveló los tormentosos episodios de violencia intrafamiliar que marcaban su infancia, así como los abusos sufridos por parte de sus exparejas y las cirugías a las que se sometió en busca de aceptación y amor familiar.

El pasado mes de marzo, Araceli denunció por segunda vez a su padre, Alfredo Ordaz, por violencia intrafamiliar. Esta no fue la primera vez que levantaba su voz contra él; en enero de 2023, hizo público que su padre fue condenado a un año de prisión o a pagar una fianza de 4 mil pesos. 

En sus revelaciones, Gomita compartió cómo las cirugías estéticas se convirtieron en un refugio para ella, proporcionándole breves momentos de atención y cariño familiar. Sin embargo, detrás de estas intervenciones se escondía un oscuro motivo: la búsqueda desesperada de la aceptación y el reconocimiento de su padre, quien nunca la valoró.

"Mi papá no me acepta, no me aplaude, no me valora. Vivo en un núcleo muy machista. (...) Entonces para llamar esa atención era una cirugía, descansaba, tenía su atención, hasta los 26 años que me hice un bypass, que fue la última cirugía que me hice", reveló Gomita.

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La conductora no solo habló de las heridas emocionales, sino también de las físicas, detallando los episodios de violencia que sufrió a manos de su progenitor, quien, según ella, consumía alcohol y sustancias nocivas. Reveló cómo, tres días antes de una cirugía de estómago, su padre la golpeó brutalmente, dejándola desvanecida tras recibir múltiples cabezazos y patadas.

"Mi papá me llevó contra la pared, me dio 10 cabezazos con su cara. (...) Me azota y cuando me azota, me desvanezco y me agarra a patadas", dijo.}

Gomita también compartió la cruda realidad detrás de las cirugías estéticas: su padre las financiaba como una inversión para mantenerla como un producto rentable para el público. La presión de satisfacer las expectativas de la audiencia la llevó a someterse a intervenciones quirúrgicas, incluso cuando sufría internamente por problemas de autoestima y luchaba contra la inseguridad.

"Me pagaba cirugías, yo era su producto y claro que me iba a pagar 3 mil, 4 mil, 5 mil con tal de que me siguiera viendo buena para yo generarle eso al público. La gente llegaba y me decía, ´Gomita ¿Por qué no te destapaste más? Te queremos ver cómo estás´. Era un morbo para la gente", contó.

En un momento de vulnerabilidad, Araceli confesó haber deseado no despertar después de una operación, revelando el profundo dolor y desesperación que experimentaba en su lucha interna: "No quiero despertar. Que esta ocasión tenga una negligencia médica y ya no despierte. Siempre fue con la finalidad de no despertar".

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