- 09 de noviembre de 2024
La actriz estadounidense tomó el riesgo de mostrar en pantalla todas las versiones de un envejecimiento anormal en La Sustancia, un alegato contra los patrones estéticos que el mundo les impone a las mujeres
A Demi Moore se la podrá acusar de otras cosas, pero no de cobarde. Porque hay que tener cierta forma de coraje para quitarse la ropa ante las cámaras a los 33 años de edad, y repetirlo a los 61. Y Demetria Gene Moore, nacida en Nuevo México el 11 de noviembre de 1962, así lo hizo.
La actriz se mostró sin ropa en la película "Striptease", del realizador estadounidense Andrew Bergman, en 1996; y volvió a hacerlo casi tres décadas después en el filme "La Sustancia", de la directora francesa Coralie Fargeat.
En el primer caso, como Erin Grant, una mujer que recurre al desnudo para sobrevivir. En el segundo, como Elisabeth Sparkle, una figura que se va quedando sin reflectores que la iluminen.
Ellas son "viejas", ellos están "conservados"
Mucho se dice hoy sobre mantener la elasticidad y las mejores condiciones físicas por encima de la fecha de nacimiento. Pero cuando una mujer se mira al espejo y encuentra arrugas y manchas, los discursos sobre "la edad dorada" se convierten en bla, bla, bla.
Lo que escucha la estrella de televisión Elisabeth Sparkle no es precisamente un alegato a favor de la plenitud de vivir mucho, sino una oda a la juventud y un rechazo a la vejez. Para mayor sorpresa, quien le dice a Sparkle que sus mejores años ya pasaron no es un hombre joven, sino un sujeto arrugado, de dudosos modales y vestido con las excentricidades de un rock star.
Decidida a recuperar la juventud, se inyecta "la sustancia", que llega a ella, literalmente, por un accidente. Pero las cosas no salen como las planifica, y entonces debe enfrentarse a un deterioro extremo, a la deformidad y a la enfermedad. Moore compartió en su cuenta en Instagram algunas imágenes de cómo se convirtió en la peor versión de Sparkle.
El sueño de la "eterna juventud"
La polémica pública ha acompañado a Demi Moore por los esfuerzos que ha hecho para lucir joven. Entradas al quirófano y uso de toxina botulínica han sido reseñados por la prensa internacional. Por ejemplo, una cirugía de senos fue el paso previo a su desnudo en "Striptease".
En 2021, por su aparición en desfiles de alta costura, se especuló acerca de si recurrió a los hilos tensores o si se practicó una bichetomía (extracción de las bolsas que están debajo de los pómulos, o bolsas de Bichat).
Ácido hialurónico y hasta operación de nariz (rinoplastia) formarían parte de los tratamientos de la actriz. Sin embargo, interpretar a esta estrella que transita hacia el olvido ha sido, como lo confesó a Página 12, liberador:
"Se trataba de rendirse. Tuve que desprenderme de cualquier parte de mí que valorara la perfección".
En "La Sustancia" Elisabeth Sparkle se somete a lo que sea -inyectarse un producto desconocido, dejar que salga de su columna vertebral la supuesta mejor versión de sí misma- con tal de volver a tener nalgas firmes y labios gruesos.
En la vida real, Demi Moore también ha luchado, a su manera, por no dejar de ser la Demetria de la eterna juventud. Para más noticias, no dudes en seguirnos en Google News y en nuestro canal de WhatsApp para recibir la mejor información. Te invitamos a suscribirte gratis a nuestro Newsletter.
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