- 13 de septiembre de 2024
Este 1 de enero se cumplen tres décadas del levantamiento armado en Chiapas y las demandas indígenas siguen vigentes

La madrugada del 1 de enero de 1994 un contingente se levantó en armas en el estado de Chiapas en contra del Estado mexicano. Cientos de rebeldes armados con viejos fusiles y machetes formaron el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) para exigir por la fuerza lo que les fue negado durante siglos por lo civil: derechos y el reconocimiento de los pueblos originarios en la vida económica, social y política de la República. Al frente se reconocía una figura muy particular con pasamontañas, equipo táctico y un discurso estructurado que llamó la atención de la prensa a nivel internacional y encendió las alarmas del gobierno: se hacía llamar subcomandante Marcos.
Hace 30 años el movimiento armado en Chiapas cimbró al país y fue preámbulo de un año convulso en México como pocos: entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte con Estados Unidos y Canadá (TLCAN), en marzo el candidato a la presidencia del PRI, Luis Donaldo Colosio, fue asesinado en un mitin en Tijuana, para septiembre en plena Av. Reforma del entonces Distrito Federal, el presidente nacional del mismo partido, José Francisco Ruiz Massieu, fue ejecutado y el 20 de diciembre se suscitó el "error de diciembre" que desencadenó una crisis económica sin precedentes.
Rafael Sebastián Guillén Vicente tomó el nombre del subcomandante Marcos, pero antes fue un profesor universitario al que sus alumnos apodaron Cachumbambé, de acuerdo con un artículo de BBC firmado por Alberto Nájar. Los que lo conocieron lo recuerdan simpático y bromista en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Según el gobierno mexicano, Marcos nació el 19 de junio de 1957 en Tampico, Tamaulipas.

Como guerrillero, Marcos lideró el levantamiento zapatista el 1 de enero de 1994. Después de 12 días de combate y un cese unilateral al fuego, se convirtió en vocero del EZLN, organizó encuentros internacionales y luchó por los derechos de los pueblos originarios, su figura se convirtió en un icono durante esos años.
En 2001 el "sub" salió del terreno zapatista y se dirigió a la Ciudad de México donde dio una emblemática entrevista a Julio Scherer, fundador de la revista Proceso. En ella canceló toda posibilidad de que el movimiento avanzara hacia la esfera política. "La definición de revolucionario clásico no nos queda, porque generalmente el revolucionario tiene a convertirse en político y el rebelde social se queda rebelde social".
Fue una época de reconocimiento internacional a las causas zapatistas, la extensión del territorio rebelde, el fortalecimiento de sus bases y desencuentros con el gobierno. En mayo de 2014, cuando, tras un ataque que resultó en la muerte de José Luis Solís López (Galeano), Marcos decretó su propia "muerte" y adoptó la identidad de subcomandante Galeano. En esta etapa, mantuvo un perfil bajo, firmando comunicados el nuevo vocero, subcomandante Moisés, principal discípulo de Guillén Vicente.
El cambio de identidad se justificó como una estrategia para honrar la memoria de Galeano y desafiar a la modernidad en términos de medios de comunicación. En esta fase, Marcos busca que su "nombre" muera en lugar de una vida y letras vaciadas de sentido.
En 2023, a casi tres décadas del levantamiento, Galeano declaró su desaparición y volvió a emerger la figura de Marcos, aunque con un menor rango en el ejército.
El 2018 marcó un momento único para el EZLN con la precandidatura presidencial de "Marichuy", una líder social que retó la estructura electoral en México. También significó un nuevo distanciamiento con la figura de Andrés Manuel López Obrador, a quien el movimiento decidió no apoyar en sus aspiraciones.
Marcos y AMLO: de una foto juntos al rompimiento
Andrés Manuel López Obrador y Marcos se han encontrado en dos ocasiones: una en 1994 y otra en 1996, la mayor parte de sus intercambios ha sido a través de declaraciones públicas. La relación entre EZLN y AMLO ha enfrentado desencuentros durante más de dos décadas, intensificándose durante el sexenio debido a la implementación de megaproyectos, especialmente el Tren Maya, en el sur de México.

En enero de 2020, el subcomandante Moisés del EZLN declaró que defenderían su territorio contra los megaproyectos incluso con la vida. AMLO respondió diciendo que el mensaje estaba cargado de propaganda e ideología, asegurando que el gobierno federal no pretende quitarles el territorio.
En el año nuevo de 2019, el EZLN se refirió López Obrador como "tramposo". Sin embargo la relación no siempre fue distante, ya que en los primeros años después del levantamiento, trabajaron cercanamente. Sin embargo, el incumplimiento de acuerdos y las políticas gubernamentales actuales han generado tensiones.
El filósofo Enrique Dussel señaló en un artículo de Pie de Página que el distanciamiento se debe a la percepción de algunos en el EZLN de que la posición de López Obrador no es lo suficientemente revolucionaria. Dussel defendió la posición pragmática de López Obrador y abogó por un diálogo que involucre a los indígenas en la toma de decisiones sobre megaproyectos como el Tren Maya.
A 30 años del levantamiento zapatista, la figura de Marcos es cada vez más tenue, mientras las comunidades autónomas sufren el embate de grupos del crimen organizado y muchas de las carencias que originaron su levantamiento.
EN VIDEO EL EZLN
Notas Relacionadas
1