Vendedores se organizan y le regalan fiesta de XV años a joven que vendía dulces

No cabe duda de que una de las fechas más importantes de las jóvenes es cuando cumplen 15 años. Para muchas chicas, la fiesta de la quinceañera es un evento de ensueño, pero no todos tienen la fortuna de vivirlo de la misma manera. Tal es el caso de Natalia, una joven proveniente de Oaxaca, cuyos padres enfrentan dificultades económicas. Su historia conmovió los corazones de quienes la conocieron y demostró que la bondad y la solidaridad pueden cambiar vidas.

Natalia vende dulces y semillas en la fayuca de Francisco I. Madero, Coahuila, junto a su madre, quien toca el acordeón en las calles para ganarse la vida. Su historia se hizo viral en redes sociales redes sociales cuando una persona compartió una publicación narrando lo que sucedió el pasado cinco de agosto.

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 Ese día, Natalia se acercó a un puesto para preguntar por el precio de un vestido de XV años. La mujer a cargo le informó el costo, y la joven, sin los medios económicos para adquirirlo, expresó su intención de juntar el dinero. Conmovida por la situación, la señora decidió regalarle el vestido si lo lograba.

La historia se propagó rápidamente en las redes, generando más de 640 compartidos y más de 1680 reacciones, de cientos de personas que querían cooperar para que la joven obtuviera su vestido. Por su parte, los vendedores de la fayuca se unieron en un acto de solidaridad y organizaron una fiesta para la joven. Surgieron "padrinos" que ofrecieron desde pala y cuchillo hasta pastel, salón, y DJ.

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La señora Nohemí Vázquez fue quien le regaló el vestido a la joven y de acuerdo con el diario Milenio, reveló que la fiesta estaba planeada para el ocho de septiembre, sin embargo, ésta terminó por cancelarse debido a problemas familiares.

Natalia y sus padres, agradecidos por el apoyo, planeaban regresar a su lugar de origen para celebrar los XV años  tradicional mole. No obstante, un infortunado suceso alteró los planes: uno de los tíos de la cumpleañera enfermó, y su padre tuvo que viajar de urgencia a su tierra natal para estar a su lado. La presencia del padre en la quinceañera era esencial para Natalia, por lo que tomó la difícil decisión de cancelar el evento.