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Uber cuenta desgarrador viaje en el que tuvo que dejar a abuelita en asilo

La abuelita fue echada de su casa por su propia hija y su yerno en su cumpleaños

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La abuelita fue echada de su casa por su propia hija y su yerno en su cumpleañosCréditos: Quinto Poder

No cabe duda de que los taxistas son personas que suelen escuchar y vivir todo tipo de historias, pues su trabajo les permite ver todo lo que pasa en la ciudad, además de que también suelen escuchar alguna que otra anécdota de los pasajeros. Tal fue el caso de un conductor de Uber quien lamentablemente tuvo que realizar un viaje que lo terminó llevando hasta el borde del llanto.

El joven narra que aproximadamente a las 10:00 horas llegó a desayunar a una lonchería, donde pidió un café y una torta, pero se le olvidó apagar la aplicación y le entró una alerta, la cual no puede rechazar viajes por que la aplicación lo penaliza, por lo que pidió los alimentos para llevar.

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El usuario identificado como Cristian Michelle contó que los hechos ocurrieron una mañana de lunes en Colima, cuando le cayó un viaje aproximadamente a las 10:00 horas. Al llegar al lugar que marcaba la aplicación, vio a una adulta mayor esperando en la banqueta con cinco bolsas negras, por lo que esperó que saliera el cliente.

Abuelita - Pexels

 

Durante la espera, notó que la abuelita estaba llorando y se sacaba la cara con un mandil que traía puesto; fue entonces cuando notó que en el segundo piso de la casa se encontraba una persona que miraba desde ahí pero no se atrevía a salir y mejor decidió enviarle un mensaje:

 "Me dice 'no voy a salir, vas a llevar a una persona que está aquí afuera, anda vestida así y así', estaba describiendo a la viejita pues, me dice 'la vas a llevar a la ubicación que te puse', entonces me bajo y me acerco a donde estaba la viejita sentada, le doy la mano y le digo 'hola señora, buenos días, la vengo a llevar a donde va', entonces voltea y me ve y empieza a llorar más", contó.

Al ver que la abuelita de aproximadamente 70 u 80 años no dejaba de llorar, el joven le preguntó si se sentía bien, y ella simplemente le respondió que ella solo se había hecho del baño y que su hija había decidido echarla de su hogar: "Es que no me quiero ir, yo no más me hice pipí, dile a mi hija que yo no he hecho nada malo, si quiere yo lavo mi ropa, yo nada más me hice pipí, yo no hice nada malo", expresó la anciana.

El conductor ayudó a la señora mayor a cargar sus pertenencias en el maletero del automóvil y la asistió para levantarse, notando que su ropa estaba mojada. En ese momento, le ofreció una toalla que tenía en el asiento trasero para que pudiera sentarse cómodamente.

Una vez dentro del automóvil y antes de partir, la señora bajó la ventana y bendijo su casa desde allí. Durante el viaje, comenzó a contarle al conductor lo que le había sucedido. Resulta que su yerno se enfadó porque se había orinado en la ropa, a pesar de ser una persona mayor con incontinencia.

"El yerno empezó a gritarle y le dijo: 'Ya no te aguanto más, no te quiero en mi casa, lárgate de aquí'. Su hija no la defendió y le dijo: 'Pero ahora te voy a mandar a un lugar donde estarás cómoda, pero yo estaré más cómoda sin ti'. Mientras tanto, la hija solo se quedaba mirando sin decir nada. El yerno le gritaba que no servía para nada, que era un estorbo y una persona sucia por haberse orinado en la ropa. Pero la señora ya está enferma, sufre de incontinencia", relató el joven conductor.

 

Desde las 05:00 horas, la abuelita se había levantado y cumplió su rutina habitual de preparar el desayuno para sus nietas y el almuerzo para su yerno, quien lo llevaría al trabajo. Fue en ese momento cuando ocurrió el incidente y la abuelita se hizo pipí en la ropa, lo que provocó que su yerno comenzara a gritarle y decirle groserías.

"¡Qué asco me das! Estoy cansado de ti, lo único que me provocas es repugnancia", le gritaba el yerno a la abuelita. En ese momento, la hija de la mujer bajó para ver qué estaba ocurriendo, pero en lugar de defender a su madre, simplemente se quedó callada y no dijo nada mientras su esposo se quejaba de la situación.

La abuelita lamentó que su hija la tratara así y reveló que ya no tenía a donde ir porque había vendido sus terrenos y el dinero lo había repartido entre sus hijos. Asimismo, añadió que aunque ella hizo el desayuno ni siquiera la habían invitado nada de comer, por lo que el joven decidió darle una torta que traía. Finalmente, el conductor llegó al lugar indicado, el cual era una silo en donde ya los estaban esperando :"Pues muchas gracias muchacho por escucharme y por la torta, ni siquiera se acordaron que hoy era mi cumpleaños", dijo la mujer al despedirse.

 

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