La realidad supera a la ficción, y es que en la Ciudad de México ha sido detenido a uno de los criminales más buscados de años recientes, su nombre es Alberto 'N', quien es acusado de montar diversos laboratorios clandestinos para la fabricación de crack, razón por la cuál también se le llamaba "El rey de la piedra", y por la cual se le relacionó con el personaje protagonista de la aclamada serie "Breaking Bad".
Alberto 'N' es proveniente de una familia de ex policías, y él mismo fue policía hasta que fue destituido en el 2000 y se convirtió en traficante. Fue capturado en la alcaldía Iztapalapa y se presume que además de establecer laboratorios clandestinos de crack, también le daba trabajo a diversos "cocineros", nombre que se le da a los fabricantes de drogas sintéticas.
Se cuenta que el Alberto 'N' poseía el respeto de diversos cárteles de droga, entre los que destacan la Unión Tepito, el Cártel de Tláhuac, o los Rodólfos. También se señala que el producto que fabricaba se distribuía incluso adentro de todas las prisiones capitalinas.
"Heisenberg" fue detenido junto con su esposa y su sobrino después de un cateo. Tras ser detenido fue llevado a disposición del Ministerio Público, donde se definirá su situación jurídica en las próximas horas por los delitos de posesión de arma de fuego y delitos contra la salud.
"En la casa donde se ocultaba había droga y armas largas Batlea operaba desde Lecumberri y con bajo perfil. Pero ni la Unión se metía con él. Abastecía a muchas bandas de narcomenudistas en #cdmx", menciona Antonio Nieto, autor del libro "Narco CDMX: El monstruo que nadie quiere ver".
El crack es un problema de salud pública muy serio en la Ciudad de México, Se trata de una droga peligrosa que puede llevar a las personas a graves deficiencias en su salud física y mental. Óscar Ávila, especialista en adicciones de la UNAM comenta al respecto:
"Los efectos del crack en el organismo duran unos 20 minutos. Durante ese tiempo, la persona se mantiene en un momento de euforia, lo que puede provocar conductas inusuales y en ocasiones peligrosas, pero no de agresión. El problema llega cuando pasa el efecto, ya que la ansiedad es muy fuerte y provoca brotes psicóticos entre los consumidores frecuentes, lo que puede generar un estado de irritabilidad y agresión hacia los demás", señala el especialista.