Claudia Sheinbaum fija el horario de sus 'mañaneras': "Se van a levantar temprano"

Este lunes, Claudia Sheinbaum, quien está destinada a convertirse en la primera presidenta de México el próximo 1 de octubre, anunció que sus conferencias matutinas, conocidas popularmente como 'mañaneras', se realizarán a las 7:00 a.m. cada día hábil. La noticia, dada en su casa de transición, fue recibida con un toque de humor por la ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México:

"Ya tomé la decisión de que a las 6 de la mañana se hará la reunión del gabinete de seguridad, y a las 7, la 'mañanera'. Sé que nuestros adversarios dirán que es lo mismo, pero empezar el día temprano organiza mucho, tener el informe y luego dedicarse a las reuniones y proyectos", expresó entre risas.

La decisión de Sheinbaum de mantener el formato de conferencias diarias no es casualidad. En julio, la presidenta electa lanzó una encuesta a nivel nacional en la que preguntó a la ciudadanía si debería continuar con las conferencias que se hicieron una costumbre durante el mandato de Andrés Manuel López Obrador.

Según los resultados presentados el 1 de agosto, un 33.1% de los encuestados optó por que las conferencias se mantuvieran a diario, mientras que un 25.9% prefería que se realizaran dos veces por semana, y un 28.2% consideró que una vez por semana sería suficiente.

Además, se consultó a los participantes sobre el horario preferido para estas conferencias. El 45.1% de los encuestados eligió la franja horaria de entre las 7:00 y las 8:00 a.m., superando a la opción nocturna (entre las 20:00 y 22:00 horas), que obtuvo un 29.3% de las preferencias.

 La decisión final de Sheinbaum de optar por las 7 de la mañana refleja su intención de mantener una continuidad con la administración actual, pero con un toque personal que busca optimizar su agenda diaria.

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Contexto histórico de las 'mañaneras'

El formato de las 'mañaneras' no es una innovación de López Obrador como presidente de México, sino una práctica que él mismo implementó cuando fue jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal, entre 2000 y 2005.

Durante su administración en la capital, López Obrador ofrecía conferencias de prensa diarias a las 7:00 a.m. en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, justo después de una reunión con su secretario de Seguridad, Marcelo Ebrard, y el procurador local, Bernardo Bátiz.

Estas conferencias tenían el propósito de ser un diálogo directo con los medios de comunicación, en el que se rendían cuentas y se abordaban los temas más relevantes del día.

Las 'mañaneras' se convirtieron en una marca registrada de su estilo de gobernar, permitiéndole comunicar directamente con la ciudadanía y establecer la agenda mediática. Sin embargo, desde sus inicios, estas conferencias también fueron objeto de críticas, ya que López Obrador solía controlar el tono y el contenido del debate, limitando las preguntas y estableciendo sus propios términos.

Sheinbaum: una nueva era de 'mañaneras'

Con la confirmación de Sheinbaum de que mantendrá este formato, aunque con su propio estilo, la pregunta que surge es cómo se diferenciará de su predecesor. Durante su anuncio, Sheinbaum subrayó la importancia de comenzar el día temprano para organizar su agenda de manera efectiva. 

"Iniciar el día con la reunión de seguridad a las 6 de la mañana permite tener una visión clara de los desafíos que enfrenta el país, y luego, a las 7, poder informar al público y comenzar con las reuniones necesarias para avanzar en los diferentes proyectos", explicó.

La futura presidenta también mencionó que, aunque las conferencias se llevarán a cabo en Palacio Nacional, aún no ha decidido si se mudará a vivir ahí o permanecerá en su departamento en la alcaldía Tlalpan, donde reside actualmente.

"Eso todavía lo estoy platicando con mi esposo, estamos analizando todas las opciones", comentó, dejando abierta la posibilidad de que mantenga un estilo de vida más privado que el de su predecesor.

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Las críticas a las 'mañaneras'

Aunque las 'mañaneras' de López Obrador han sido elogiadas por algunos por su transparencia y accesibilidad, también han sido duramente criticadas por otros. La sección "¿Quién es quién en las mentiras de la semana?", que se utiliza para desmentir a medios de comunicación y opositores, ha sido especialmente controversial, ya que muchos la ven como un instrumento para desacreditar a los críticos del gobierno.

En 2021, el periodista Jorge Ramos, en una columna publicada en The New York Times, cuestionó la relevancia de las conferencias matutinas de López Obrador, argumentando que para que el diálogo fuera verdaderamente democrático, era necesario que los periodistas pudieran cuestionar al presidente de manera efectiva, y que este respondiera con datos concretos en lugar de descalificaciones.

Expectativas sobre la administración Sheinbaum

Con la inminente llegada de Sheinbaum a la presidencia, las expectativas sobre cómo manejará las 'mañaneras' son altas. Su formación académica y su experiencia como jefa de Gobierno de la Ciudad de México sugieren que podría adoptar un enfoque más técnico y menos confrontacional que su predecesor. 

No obstante, su decisión de mantener un horario tan temprano y su reconocimiento de que "nuestros adversarios van a decir que es lo mismo" indican que no se alejará completamente del estilo que ha caracterizado a la actual administración.

Sheinbaum asume la presidencia en un contexto de grandes desafíos para México, desde la inseguridad hasta la economía, pasando por las relaciones internacionales. En este escenario, las 'mañaneras' podrían seguir siendo un foro clave para comunicar decisiones y mantener un contacto directo con la ciudadanía. 

Sin embargo, también será crucial que se utilicen de manera constructiva, fomentando un diálogo abierto y respetuoso con todos los sectores de la sociedad.

Sheinbaum está a punto de iniciar una nueva etapa en la historia política de México, no sólo como la primera mujer en ocupar la presidencia, sino también como la heredera de un formato de comunicación que ha marcado la administración de López Obrador. 

Si bien ha decidido mantener las 'mañaneras' en un horario temprano, lo que falta por ver es cómo las adaptará a su propio estilo de gobierno y cómo responderá a las expectativas y críticas que inevitablemente surgirán a lo largo de su mandato.

Lo que es seguro es que, a partir del 2 de octubre, México se despertará con una nueva voz en el Palacio Nacional, lista para marcar el rumbo del país desde las primeras horas del día.

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