EE.UU. incauta mayor buque petrolero en medio de tensiones con Maduro

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que la Guardia Costera estadounidense incautó un "petrolero muy grande, el más grande jamás incautado", en aguas cercanas a Venezuela, un anuncio que de inmediato generó reacciones internacionales y movimientos en el mercado energético.

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Esta acción se ha rodeado de hermetismo, sumada a una serie de tensiones acumuladas entre Washington y Caracas en los últimos meses.

La operación provocó un incremento moderado en el precio internacional del crudo, en medio de la incertidumbre por la identidad del buque, la bandera bajo la cual navegaba y la ubicación exacta de la interceptación, detalles que no han sido revelados por las autoridades estadounidenses.

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EE.UU. justifica la presencia militar

La incautación ocurre en un contexto en el que EE.UU. ha ampliado su despliegue aeronaval en el Caribe, argumentando que su objetivo es reforzar la lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, el gobierno venezolano asegura que este movimiento militar encubre la intención de impulsar un cambio de régimen en el país y tomar control de sus vastas reservas petroleras.

Para Nicolás Maduro, las maniobras estadounidenses constituyen una muestra clara de "expansionismo" y una amenaza directa a la estabilidad política de la región. Desde mediados de año, el gobierno de Trump ha intensificado su presión contra el mandatario venezolano, a quien acusa de liderar el llamado Cartel de los Soles, una supuesta red vinculada al tráfico internacional de drogas.

La tensión entre ambos países alcanzó un nuevo nivel luego de que la vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, llamó a "la unión de los pueblos de América Latina y el Caribe" para hacer frente a lo que calificó como una amenaza contra toda la región. La funcionaria habló durante la Asamblea de los Pueblos por la Soberanía y la Paz, transmitida por el canal estatal VTV.

Rodríguez cuestionó la estrategia de seguridad nacional de Estados Unidos, que, según dijo, busca reinstalar la Doctrina Monroe de 1823 y reposicionar a Washington como poder hegemónico en el continente. Recordó además que los líderes independentistas de la región promovieron la idea de un bloque unido y la creación de un "ejército multinacional".

En un mensaje directo, aseguró que Venezuela está lista para estrechar lazos con gobiernos vecinos: "Estamos listos, presidente Petro; estamos listos, presidente Lula; presidenta Sheinbaum, estamos listos para unirnos". Y agregó: "Hermanos y hermanas de América Latina y el Caribe: o nos unimos o sucumbimos".

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Acusaciones de hegemonía y control de recursos

La vicepresidenta, quien también dirige el Ministerio de Hidrocarburos, insistió en que el verdadero objetivo de Estados Unidos es el control de los recursos naturales del hemisferio. "La única verdad es el afán de dominio de nuestras riquezas", afirmó, señalando que Venezuela no cederá ante presiones externas. "Sería su peor derrota", advirtió.

La incautación del petrolero, sumada al aumento de la presencia militar estadounidense en el Caribe, anticipa un escenario aún más tenso entre Washington y Caracas. Mientras Trump mantiene su postura de desconocer la legitimidad de Maduro, el gobierno venezolano denuncia que Estados Unidos prepara el terreno para imponer "gobiernos títeres" alineados a sus intereses energéticos.

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