Trump acecha a México: de los aranceles por el Tratado de Aguas a la nueva amenaza contra el narco

La relación entre México y Estados Unidos una vez más ha sido el centro de atención, esta ocasión es debido a las recientes declaraciones del mandatario Donald Trump, quien ha advertido que podría aplicar aranceles del 5% por el supuesto incumplimiento del Tratado de Aguas y en un tono más severo, anunció que está dispuesto a ordenar operaciones militares antidrogas en territorio mexicano.

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Trump acusó a México de no entregar el volumen de agua comprometido al gobierno estadounidense, lo que, según él, mantiene al sector agrícola del sur del país en una situación crítica. El mandatario afirmó que los productores continúan perdiendo millones ante la falta de recursos hídricos y advirtió que, si la situación persiste, impondrá un arancel del 5% a productos mexicanos para “proteger” a sus agricultores.

Estas declaraciones coincidieron con las palabras de Brooke Rollins, secretaria de Agricultura, quien reconoció que el campo atraviesa una de sus peores crisis en décadas. Trump aprovechó ese escenario para reforzar la idea de que México es responsable de parte de ese deterioro.

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Trump abre la puerta a incursiones militares

Durante una entrevista publicada recientemente, Trump fue cuestionado sobre si estaba dispuesto a ampliar el uso de la fuerza militar más allá de las fronteras de su país como parte de su ofensiva contra el narcotráfico. Su respuesta fue tajante: “Claro que sí.”

Afirmó que, de ser necesario, autorizará operaciones aéreas y terrestres contra organizaciones criminales en México y Colombia, a las que responsabiliza de inundar el mercado estadounidense con fentanilo, un opioide sintético que ha provocado miles de muertes en los últimos años.

Así mismo el presidente sostuvo que casi todo el fentanilo ilegal es producido en México con insumos químicos provenientes de China, citando evaluaciones de la DEA. En su narrativa, México es la pieza clave de la crisis de opioides y, por lo tanto, un objetivo legítimo para una estrategia militar.

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Venezuela no produce fentanilo, pero sigue bajo sospecha

A diferencia de México, Trump aseguró que Venezuela no es un país productor ni un corredor relevante de fentanilo. Sin embargo, acusó al gobierno de Nicolás Maduro de permitir la salida de embarcaciones cargadas con “bolsas y bolsas” de drogas como cocaína, enviadas, según él, rumbo a Estados Unidos.

Bajo esta línea, también insistió en que algunos gobiernos han “vaciado sus prisiones” para enviar criminales peligrosos a territorio estadounidense. Afirmó que más de 11 mil asesinos ingresaron en los últimos años y culpó directamente al presidente Joe Biden por no frenar ese flujo. Añadió que existen detenidos tan peligrosos que su deportación resulta inviable, pues podrían reincidir al regresar a sus países de origen.

Trump defendió su postura asegurando que interceptar embarcaciones de droga “salva miles de vidas” y que replicar esa lógica en México y Colombia sería una medida coherente dentro de su agenda de seguridad nacional. 

Esta visión, no obstante, incrementa la tensión entre ambos países, especialmente porque sugiere acciones militares unilaterales que romperían con décadas de cooperación bilateral.

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