- 19 de octubre de 2025
El secretario de Economía busca un frente nacional unificado para la revisión del acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá.

La revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) se acerca y el gobierno de Claudia Sheinbaum se prepara con una estrategia centrada en la unidad interna. Marcelo Ebrard, secretario de Economía, ha puesto en marcha una serie de consultas con los principales sectores productivos del país para construir una postura nacional sólida antes de enero de 2026, cuando iniciará formalmente la renegociación del acuerdo.
"La instrucción de la presidenta es clara: llegar con una posición nacional lo más amplia posible", señaló Ebrard. "Ese es el objetivo. Para eso hay que consultar, debatir, deliberar y concluir".
Un frente nacional para enfrentar la revisión del T-MEC
Durante las últimas semanas, la Secretaría de Economía ha desplegado una operación de diálogo sin precedentes. Se han realizado nueve mesas de trabajo sectoriales —que incluyen tecnologías de la información, servicios profesionales, agroindustria, vehículos ligeros, metalmecánica, economía circular, aeroespacial, calzado, textil, cemento y cerámica— además de ocho encuentros estatales en Coahuila, Oaxaca, Aguascalientes, Sonora, Tabasco, Hidalgo, Michoacán y Tamaulipas.
El objetivo, explicó el funcionario, es "recoger el punto de vista, las prioridades y las preocupaciones de los sectores productivos" y, por primera vez, incluir de forma formal al sector obrero en la definición de la posición mexicana. "Estamos trabajando con 30 sectores de la economía... y muy importante, estamos consultando por primera vez al sector obrero", puntualizó.
Ebrard destacó que el proceso busca "una posición lo más cohesionada posible en nuestras negociaciones con los Estados Unidos", consciente de que el contexto político y comercial de América del Norte se complica ante el nuevo discurso proteccionista impulsado desde Washington.

Consultas con empresarios y sindicatos
En esta primera fase de trabajo, el secretario sostuvo reuniones con el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) —la principal organización del sector privado— y con representantes sindicales, en un encuentro coorganizado con el secretario del Trabajo, Marath Bolaños. La meta, dijo, es integrar las prioridades de ambos sectores para que la posición de México "tenga el apoyo más amplio posible en la República y recoja las preocupaciones de los diferentes sectores".
De acuerdo con Ebrard, México logró evitar un escenario de ruptura o de renegociaciones fragmentadas con sus socios comerciales. "A comienzos del año había riesgos de ruptura comercial, pero hoy tenemos un proceso de revisión ordenado y conjunto con Washington y Ottawa", aseguró.
Un contexto de tensiones comerciales
El plan mexicano llega mientras resurgen las tensiones por los aranceles unilaterales aplicados por Estados Unidos y los mensajes de Donald Trump, quien ha sugerido que podría abandonar el T-MEC para impulsar acuerdos bilaterales.
El 8 de octubre, la presidenta Claudia Sheinbaum respondió directamente a esas declaraciones: "El T-MEC es ley en Canadá, Estados Unidos y México; si quisiera cambiarse, tendría que hacerse una revisión muy profunda". La mandataria reconoció, sin embargo, que el proceso de revisión podría incluir "reuniones bilaterales, no todas trilaterales", para atender temas específicos entre cada país.
En su momento, Sheinbaum y el primer ministro canadiense Mark Carney habían coincidido en que "la única vía" viable es mantener un acuerdo trilateral que fortalezca la competitividad regional. "Es competitivo para los tres países. La mejor manera de competir con otras regiones del mundo es permanecer en el T-MEC", afirmó la presidenta mexicana.

Ebrard frente al desafío estadounidense
Mientras México busca consolidar consensos internos, en Estados Unidos crecen las voces que cuestionan el cumplimiento del tratado. El representante comercial Jamieson Greer ha señalado sectores como energía, agricultura, propiedad intelectual y telecomunicaciones, mientras que el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, ha insistido en que su país quiere dominar el ensamblaje automotriz de Norteamérica.
Trump, por su parte, declaró ante Carney que "podríamos renegociarlo y eso sería bueno, o podríamos llegar a acuerdos diferentes", dejando abierta la puerta a un escenario incierto para la región.
Frente a este panorama, la estrategia de Ebrard busca blindar la posición mexicana con legitimidad interna y cohesión política. La idea es que, cuando llegue 2026, el país negocie desde la fortaleza de un consenso nacional, no desde la improvisación o la fragmentación.
"Tenemos que tener al final una posición lo más cohesionada posible en nuestras negociaciones con los Estados Unidos", reiteró el secretario.
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