SOBREVIVE A LA TRAGEDIA
Hugo sobrevivió a la explosión en Iztapalapa: su camioneta se quemó, pero él salió ileso
Hugo se dirigía a su negocio de hamburguesas cuando la explosión alcanzó su camioneta. Se agachó, se cubrió con una chamarra y sobrevivió.
La explosión de una pipa de gas LP bajo el Puente de La Concordia en Iztapalapa dejó seis muertos y al menos 90 heridos, pero también relatos que parecen imposibles. Uno de ellos es el de Hugo, un vendedor de hamburguesas cuya camioneta quedó reducida a chatarra por las llamas, mientras él salió completamente ileso gracias a un acto instintivo: agacharse y cubrirse con su chamarra.
El siniestro ocurrió el miércoles 10 de septiembre a las 14:20 horas, cuando una pipa cargada con 49 mil 500 litros de gas LP volcó y provocó una fuga masiva. La explosión paralizó una de las avenidas más transitadas de la capital y desató un infierno que alcanzó viviendas, negocios y decenas de vehículos que circulaban en ese momento.
Entre ellos iba Hugo, que se dirigía a su negocio de hamburguesas. El fuego alcanzó su camioneta y, ante lo inevitable, decidió refugiarse en la parte trasera del vehículo. Se cubrió con una chamarra, se agachó en el piso de la cabina y esperó. Contra todo pronóstico, esa acción lo mantuvo con vida.
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La imagen que dio la vuelta en redes
Fotografías y videos difundidos muestran el contraste brutal: la camioneta de Hugo totalmente devastada por el fuego y él de pie, sin una sola quemadura. La escena provocó asombro en redes sociales, donde muchos calificaron su supervivencia como "un milagro" o lo explicaron con la frase popular: "no le tocaba".
Mientras la ciudad procesa tanto las pérdidas como los testimonios de supervivencia, las autoridades investigan las causas de la volcadura. Clara Brugada, jefa de Gobierno de la CDMX, informó que el conductor de la pipa se encuentra hospitalizado en estado grave.
La historia de Hugo se suma a otros casos que circulan en redes sociales y que hablan de personas que, de manera casi inexplicable, sobrevivieron a la tragedia. Aunque la investigación sigue abierta, el recuerdo de aquel hombre que se cubrió con una chamarra para engañar a la muerte ya forma parte de la memoria colectiva de Iztapalapa.
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